"La nueva evangelización para la transmisión de la fe", fue el tema central del Sínodo celebrado en Roma.
Durante 21 días, del 7 al 29 de octubre, tuvo lugar en Roma el XIII Sínodo de los Obispos, cuyo tema a tratar fue La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana.
Fueron días en que la Jerarquía de la Iglesia reflexiono con honda preocupación sobre un hecho real que afecta especialmente a la Iglesia católica occidental. "El lento pero continuo descenso en la creencia y en la practica religiosa, ha hecho que un porcentaje cada vez mayor de la población de los países de antigua tradición cristiana, nazca, crezca y muera fuera de la Iglesia. Son generaciones sin tiempo ni ganas de pensar en un Dios que cada vez les resulta mas desconocido".
¿QUIENES PARTICIPARON EN EL SÍNODO?
En este Sínodo participaron, presididos por el Papa, 262 obispos de todo el mundo, elegidos por las diferentes conferencias episcopales. Ellos son los que en la Asamblea Sinodal tienen derecho a voz y voto sobre los temas tratados. Pero también se contó con la presencia de expertos auditores: sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares. Se contó asimismo con la presencia de delegados de otras Iglesias y de invitados especiales. Fueron en total unas 400 personas las que, de una u otra forma, se hicieron presentes en este Sínodo.
Esta institución, llamada Sínodo de los Obispos, nació en el Concilio Vaticano II y viene a ser de algún modo, una respuesta al deseo de los padres conciliares de mantener vivo el espíritu de colegialidad que tan intensamente se vivió durante las sesiones del Concilio.
UNA NUEVA EVANGELIZACIÓN
La respuesta a esa honda preocupación de los padres sinodales sobre la descristianización, especialmente en amplias zonas de tradición cristiana, esta en la llamada Nueva evangelización; una expresión que utilizo por vez primera Juan Pablo II en 1983 dirigiéndose al Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe. El Papa describía entonces esta evangelización como "nueva" en su ardor, en sus métodos y en sus expresiones". Se trata de una renovación en la misión fundamental de la Iglesia, que es anunciar el Evangelio al mundo entero. Misión en la que estamos involucrados todos los bautizados, aunque de modo especial los pastores de la Iglesia.
El actual pontífice, Benedicto XVI, muy preocupado por la perdida de las raíces cristianas en Europa, ha lanzado de nuevo la misma idea de una nueva evangelización. Ahora, esos métodos y expresiones de que hablaba Juan Pablo II, y que caracterizan la nueva evangelización, han de ir acompañados del testimonio cristiano en la vida de cuantos estamos llamados a evangelizar. Hay un dicho popular que dice: "lasalabras mueven pero los ejemplos arrastran". ! Que bien captaron esto los santos y como arrastraban a la gente hacia el Evangelio con el testimonio ejemplar de sus vidas! Pues por aquí debe ir la llamada "Nueva Evangelización".