Palabra De Vida

PALABRA DE VIDA - PRINCIPIOS DE JUNIO

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS viviendo la Palabra de mayo ("dad y os será dado: os verterán una medida rebosante…"), de abril ("no os quejéis unos de otros") o las de meses anteriores. ¡Gracias a tantos por compartirlas!:

 1.-           “…Aprovecho ahora, pues quería comentarte cómo trato de vivir el "dad y se os dará" (que mi madre repetía con mucha frecuencia...). Dos gestos concretos: por una parte, los fines de semana que tengo más rato libre, trato de llamar por teléfono, sin prisas, a personas que lo están pasando mal por enfermedad propia o de sus familiares u otros motivos. Me parece una forma concreta de amar. Por otra, reviso mi ropero y, de las prendas que tengo repetidas, reparto entre otras que no la tienen o están en peores circunstancias... Y lo mismo en otras cosas.      ¿Resultado de todo esto?: una gran alegría... la medida colmada la da el Espíritu Santo que llena el corazón de gozo profundo…”  

2.-        “...experimentando de forma muy especial ese "Dad y se os dará"!: en el grupo de catequesis, los jóvenes no podían este último sábado y me proponían cambiar de fecha/hora la catequesis, o dejarlo para otra semana. No podemos permitirnos el lujo de perder "otra catequesis..." y propongo vernos más tarde, pero el mismo día, sábado. Me responden que mejor el domingo por la tarde... lo que fastidiaba mi tarde de domingo para preparar un parcial y, además, ya había quedado para estudiar con otro compañero!          Al recordar la PdV, "dad y se os dará", contesto de nuevo a los jóvenes y acepto.          Cuando llega el momento…, me encuentro que sólo vino uno... ("tanto cambio para esto", pensé, y recordé de nuevo la PdV...). Estuvimos tomando café mientras hablábamos; fue una conversación preciosa donde compartía conmigo cómo él veía la mano de Dios detrás de todo lo que le estaba pasando...: esto ya mereció la pena todos los cambios de planes!!!! El domingo por la noche en la oración me brotaba una acción de gracias a Dios por este muchacho!          Pero esto no fue todo!!: aunque no estudié según "mi plan" de domingo, el martes (ayer) en el examen experimenté nuevamente que el Señor da mucho más cuando nosotros damos un poquito…”  

3.-     “…me han citado hoy como empresario en la Inspección de Trabajo, a donde me he desplazado y me presté incluso a traer en mi coche a los representantes de los trabajadores, que también estaban citados.          Estoy esperando en el antedespacho, para hablar con la Inspectora, porque ha querido entrevistar primero a los enlaces sindicales y cuando acabe con ellos pasaré yo. Trataré de verla como a una hermana, que es "mi riqueza, porque me da la oportunidad de crecer en el Amor", tratando de ponerme en su lugar y ver que cumple una misión necesaria… […]          […] …cuando han salido ellos, me recibió a mí que, tratándola como me había propuesto, la entrevista se desarrolló satisfactoriamente: era un trámite legal que había que pasar y ella, aunque un poco chinchante, hacía su trabajo…”  

4.-     “…Sí, mi salud es importante, en particular la salud de espíritu. Es una gracia del Señor el haberme enviado este problemilla de la columna. Es una oportunidad más para acercarme a mi conciencia y percatarme de la realidad que es el Espíritu Santo. Estoy disfrutando mucho y relacionándome de una forma maravillosa con todas las personas que me rodean. A través de ellas, he podido percatarme de cuánto nos ama Dios y cómo podemos amarle a Él en los hermanos. ¿No lo percibes en este simple email? Verdad que sí!!!”.  

5.-     “…me gustan especialmente las reflexiones sobre el Espíritu Santo, puesto que ya hace un tiempo que me he vuelto un "fans" de Él. Hace tiempo comprendiendo mi pequeñez, me he ofrecido al Señor para que me pueda usar como instrumento de su Amor. Ayer tarde me telefoneó un buen amigo, dándome quejas muy profundas sobre un pariente suyo y al que yo también conozco: me manifestaba que estaba cansado de oír que lo critica fuertemente en cosas bastante serias, que no quería aguantar más y que, por lo tanto, pretendía comentar a fondo toda la verdad sobre lo sucedido, ya que le afectaba no solamente a él, sino también a sus hijos. Después de escucharlo bastante tiempo en su desahogo, y sin pretender darle un sermón, (puesto que, como le dije, me consideraba el ultimo para poder hacerlo), le planteé que tuviera paciencia, que lo ofreciera al Señor y que el tiempo pone a cada uno en su sitio y que, aunque a los humanos nos gusta ver enseguida el fruto de nuestras obras, los tiempos y los caminos de Dios no son nuestros tiempos y nuestros caminos. Él me agradeció lo que le dije, manifestandome que le había tranquilizado y que probablemente era lo más sensato. Me quedé enormemente contento, ya que comprendí que probablemente Jesús había aceptado mi ofrecimiento a fin de que me pudiera utilizar para Su mayor gloria, puesto que yo solo soy incapaz de obrar así: nunca hubiera pensado hasta hace poco tiempo, que yo hubiera sido capaz de hablar a esta persona en los términos en que lo hice…”

6.-     "…tenemos buenas nuevas...: ¡Dios nos ha bendecido con la próxima llegada de otro hijo para enero!          Fuimos a Fátima en Semana Santa para pedir su ayuda de nuevo... y ya ves... ya está aquí... Mi marido y yo estamos muy contentos... He estado delicada los primeros días, es un embarazo de alto riesgo y debo tomar muchos cuidados: y esta es la voluntad de Dios que toca vivir en este momento... y este cuidado es la oración más valiosa: de acción de gracias, de ofrecimiento, de…         Espero seguir recibiendo noticias: sigo la PdV (Palabra de Vida) que me mandáis todos los meses y mitades de mes... y aunque he tenido dificultades para poder vivir la de abril... al final con amor y poniendo a Jesús en medio, lo he logrado…"  

7.-       “…cuando el sábado vi a mi hijo integrado en su equipo y festejando la victoria me sentí feliz por él. Era una imagen que realmente he dudado llegaría a ver. Pensaba en sus lágrimas de hace 6 meses pidiéndome que le borrara de ese deporte (como ya había ocurrido otros años con otros deportes), porque no servía para el juego (y en las mías, negándome a su petición).             Una es de naturaleza débil así que, en otras circunstancias, hubiese accedido a su deseo sin pensármelo. Esta vez era diferente: sabía que no podía ceder. Si el sábado pensaba que ese deporte había sido una experiencia estupenda para mi niño, el domingo me daba cuenta que también lo había sido para mí: cuando comenzó el curso y me pidió que le apuntase, le puse como condición aguantar un año, todo el curso escolar. Le conocía y sabía que ante la mínima dificultad iba a querer dejarlo, por eso, le impuse el no poder abandonar, para poder tener un margen en el que poder trabajar con él e intentar que cogiese confianza y seguridad. Cabía la posibilidad de, pese a todo, no lograrlo, pero merecía la pena el reto y el esfuerzo.             En ese instante no me di cuenta que al pedirle que no abandonase durante un año, también me lo estaba imponiendo a mí misma. Él tendría que hacer un esfuerzo, ¡pero yo también!, no de la misma manera: yo no iba a saltar al campo, pero sí que tendría que luchar conmigo misma contra otras cosas que también me costaban y que en el momento de mi propuesta no había tenido en cuenta. De haberlo hecho, seguramente, la que hubiese abandonado directamente hubiese sido yo.             Semana tras semana él me ponía excusas para no ir a jugar, que si le dolía la tripa, que si hacía frío, que… yo sabía que no le pasaba nada. Era su inseguridad lo que le impedía afrontar la realidad, así que me he pasado todo el año acompañándole, hablándole, intentando darle seguridad y confianza.             Seguridad y confianza que en mí misma no tenía, de ahí que ha resultado una experiencia sumamente curiosa: estaba intentando inculcarle a mi hijo cosas que sabía que eran imprescindibles para poder avanzar y pasar de fase, pero que, en mí misma, no era capaz de superar. De esto él no era consciente, pero yo sí y era curioso. Bueno, en ese instante no me daba cuenta, pero después sí.             Una vez pasado todo, y que yo respiraba tranquila, echaba la vista atrás y me daba cuenta que, pensando en todas las maneras en las que poder ayudar a mi hijo y darle confianza, me había ayudado a mí sin haber sido consciente de ello.             Tiempo he tenido de pensar en mi hijo, de pensar en mí, pero también tiempo de pensar en Dios: muchas veces decimos sentirle ajeno y no nos damos cuenta de que Dios es, ante todo Padre y que como Padre se relaciona con nosotros…             …cambia la relación Padre-hijo y por tanto también la relación Dios-hijo es diferente...             …en verdad los caminos de Dios son inciertos y desconcertantes…”.  

Una de las EXPERIENCIAS De nuestro amigo sacerdote de Madrid, viviendo la Palabra:

 1.-        Anteayer en Chamartín, me para un joven comercial de tarjetas bancarias… De lejos hice como si no lo oyera, pero cuando insistió me detuve, aunque eso me podría suponer perder el tren. Curiosamente no me ofreció nada, me habla vagamente de religión y al rato me dice: "estoy viendo muchos sacerdotes pasar por aquí", -de hecho yo había notado que días anteriores se me quedaba mirando-, "no soy de familia religiosa; mi vida está vacía; vender cosas no es lo mío; me gustaría ayudar a gente. ¿Qué tengo que hacer para ser sacerdote?"...          Lo pondremos en manos de Jesús y rezamos por él…”.


PALABRA DE VIDA - PRINCIPIOS DE MAYO

EXPERIENCIA de nuestro amigo sacerdote de Madrid viviendo la Palabra del mes ("hermanos, no os quejéis los unos de los otros

1.- Entre nosotros está un sacerdote ruandés 5 semanas en casa aprendiendo español: academia por las mañanas y estudio por la tarde; no hace un ruido, plenamente compaginado en seguida con todos. Le insinué si no le apetecería también algo de turismo…: "¡por supuesto!" Comuniqué la propuesta en casa, (con la secreta intención de que alguien se ofreciera también a acompañarlo). "Toda idea es una responsabilidad", así que, acordándome además de la Palabra de vida de abril, he tratado de sacar tiempo de donde no lo tengo y, a pesar de las molestias de mi pie izquierdo (¡y que humanamente no me apetecía salir de casa porque me encuentro cansado estas semanas!), lo llevé un día a El Escorial (estamos relativamente cerca), anteayer a Toledo y hemos programado Ávila-Segovia para el jueves (que es fiesta aquí). Quedé muy contento, ¡y más con su alegría! Y… ¡sorpresa!: yo he regresado relativamente descansado en ambas ocasiones.

 Alguna de vuestras EXPERIENCIAS viviendo la Palabra de abril ("no os quejéis los unos de los otros") y las de meses anteriores. ¡Gracias a tantos por compartirlas!:

1.- “...A mí también me está viniendo fenomenal está PdV. Primero, en los ejercicios espirituales preparatorios para mi ordenación: me salía compararme con los compañeros… Dios me enseñó a ser más misericordioso… Comprendí una vez más que todos estamos hechos de la misma pasta, por lo cual si me quejo de mi hermano, me estoy quejando de mí. Y Dios sólo quiere amarnos… … Todo esto significa que estoy viviendo estas últimas semanas con una gran paz, muy centrado en la ordenación y, en general, en el amor. Comparo con antes de Semana Santa, que iba yo con la lengua fuera a todos lados, y me parece que soy otro hombre. Gracias por vuestra oración por mí…”

 2.- “… fui operado de la columna el pasado jueves: gracias a Dios salí bien, pero la intervención fue agresiva y requiere una larga recuperación. Ya estoy en casa desde ayer, pero aún muy limitado. Gracias, también, por tus recomendaciones, pues siguiéndolas me fue administrada en el hospital "la unción de los enfermos", (de gran alivio y alegría previo a la operación), y todos los días en hospitalización me fue concedido el don de la Eucaristía diaria: los capellanes fueron solícitos conmigo y me confirmaron lo mucho que Dios nos ama. Y no sólo en plural, sino que pude apreciar lo que mi Señor Jesús me ama a mí. Casi me atrevería a decir que he sentido y siento cómo me lleva en sus brazos: el Buen Pastor me carga en sus hombros como a cordero herido. Está resultando, este percance médico, una oportunidad para apretarme más a Jesús resucitado. Hasta cuando canto elRegina Coeli, entiendo el "laetare" de la Madre al ver a su Hijo resucitado. Ella nunca dudó de su Resurrección, pero de todas formas se le iluminó el rostro de alegría cuando se le apareció, glorificado. ¿Te lo imaginas? … ”

 3.- “…Palabra de Vida me ayuda todos los días para vivir de manera más consciente en cada momento. Aunque a veces, abrumado por el trabajo, busco la palabra, cuando me quiero dar cuenta, he caído; este mes trataré de ser más cuidadoso al juzgar a quien está al lado de mí. Un día recibí la noticia de la muerte del padre de un compañero. Yo quería acompañarlo y, dispuesto a viajar, asistir al funeral. Yo no sabía cómo decirle al responsable que me diera permiso. Pero luego pensé en lo que la Palabra dice: que en lugar de juzgar al otro, hay que responder con amor. Y le dije a Jesús: “sólo quiero amarte, Tú harás el resto”. Yo estaba dispuesto a perder mi deseo. Se ha producido el "milagro": estuvo de acuerdo con mi propuesta e incluso me animó…”

 4.- “…sabes una cosa? Estos días me he dado cuenta que es cierta la regla matemática que me dijiste: "Las alegrías, comunicadas, se multiplican; los pesos, compartidos, se dividen" (C. L.). Siempre he sido persona cerrada para compartir mis sentimientos y al hacerlo últimamente me he dado cuenta que es cierto que las alegrías multiplican el cariño y las penas compartidas ayudan a aligerar la carga. Descubrir esto último me ha dado una sensación de tranquilidad que desconocía. Al estar acostumbrada a darle vueltas a las cosas yo sola y a no compartir mis preocupaciones con nadie, siempre he tenido la sensación de ir como con un peso encima. Esa sensación ahora ya no la tengo...”

 5.- “…gracias una vez más, por tus envíos. No sé si merece la pena contarte mi experiencia de ayer...: pasé un mal día con problemas de cervicales, además me encontraba muy cansado. Me decía mi mujer que me quedara en casa y que no fuera a Misa, a la vista de mis dificultades físicas (hay que subir una tremenda cuesta para llegar a la Parroquia). No obstante, sentí la necesidad de acudir, con la reflexión de que Jesús, con lo que llevaba pasado y Su estado físico en el camino del calvario, si se hubiera echado para atrás… ¿qué hubiera sido de nosotros? Al final, se brindó un hijo a subirme en coche… ”

 6.- “…la semana pasada rompí la comunión con alguien, no tanto externamente, pero sí con el corazón; se enfadó un poco por una situación. Aquel día, en la Misa me sentía muy mal, porque la Eucaristía es para aumentar la comunión fraterna... y yo no estaba en esta sintonía. Así pues, poniendo alguna excusa de necesitar cosas materiales, me acerque a él concretamente, pero haciendo vacío en mí de todo el coraje que llevaba en el corazón. Días después, el Señor quiso mostrarme el amor cercano de este hermano, que casi sin preguntar, en otro momento, me abrió su corazón y me comentó las verdaderas causas de su situación. Por eso, "hermanos, no os quejéis los unos de los otros". ¡¡Unidos en Cristo Resucitado!!...”

 7.- “…mi marido y yo hicimos un curso de oración pensando que era para aprender a rezar de modo más fructuoso. Resulta que era un curso de Oración Contemplativa). Todo para decirte cómo nos sorprendió este curso teórico-práctico, en el cual intervenían tanto sacerdotes Carmelitas, como seglares de todo tipo y entre los alumnos había desde sacerdotes hasta estudiantes. Realmente creo que este tiempo de oración personal es la mejor manera de avanzar en la fe, pues es Dios mismo el que trabaja en el alma y la transforma. Sólo hay que dejarse hacer y reservar el tiempo y perseverar. Realmente se nota enormemente en la vida cotidiana cuando se hace oración contemplativa y cuando no.... Esta sería mi propuesta para el año de la fe. Siguiendo las palabras del fundador del Instituto Notre Dame de Vie, Padre M Eugenio del Niño Jesús: “la fe no se transmite por lo que decimos, sino por lo que somos…”


PALABRA DE VIDA - MEDIADOS DE ABRIL

Sola una, (para dejar espacio a las vuestras), de las EXPERIENCIAS de nuestro amigo sacerdote de Madrid viviendo la Palabra del mes ("hermanos, no os quejéis los unos de los otros"):

 1.- Las Palabras de vida de marzo y abril me están haciendo abrir los ojos. Llevo 3 ó 4 años que, casi sin darme me cuenta, me quejo a menudo, lo cual supone una crítica indirecta a los que están cerca de mí: "¡otra vez en el frigo varios paquetes abiertos de lo mismo… y luego se estropean!", "¡de nuevo sucia la sandwichera, yo que llevo tanta prisa cuando voy a desayunar…!", "la luz del servicio varias horas encendida…", etc. También los demás tienen que "aguantar" mis descuidos, olvidos y manías. Muchos días he "triunfado" (callo, limpio, coloco, apago…; en silencio trato de excusar y comprender), pero otros tantos (¡o más!) tropiezo (lo expreso en voz alta). El otro día fui a recoger con el coche a un compañero; como no estaba donde habíamos quedado, se pasaba el tiempo (que yo lo tenía muy escaso); interiormente trataba de excusar: sí, al final, en esa estación había un sitio similar y yo estaba en uno y él en otro. Como llegamos luego a mi compromiso más que justos (yo habría querido estar media hora antes), se ofreció a tomar el vehículo, llevarme directamente y luego él ya volver a casa y descargar maletas… La verdad es… en fin…, pensé que no debo estar apegado, (de los 2 que tenemos en casa, es el coche menos viejo [8 años, el otro tiene unos 25]), y que debo confiar siempre en el hermano. Por la noche, le dije que si había sacado del coche mi ordenador, como le encargué; entonces me comentó temblando que había rozado el coche al guardarlo en el garaje; traté de no inmutarme: "qué se le va a hacer". Y bajé tranquilamente a sacar el ordenador con el propósito de no mirar desperfectos. Pero cuando yo salía, se acercó él: "¿lo has visto?". Ya que bajó, entonces sí lo miré: (aparte del marco de la puerta de la cochera) todo el lateral derecho del automóvil (desde debajo del faro delantero hasta el final de la puerta trasera, con varios roces fuertes; incluso delante, hasta cortada la chapa). Traté de disimular el disgusto (pensando nuestro corto presupuesto y lo mucho que iba a suponer el arreglo, pues eso seguramente no lo cubriría el "seguro con franquicia"), pero tratando de ponerme en su lugar: "¡tranquilo!" (la verdad es que intenté decirlo de todo corazón, aunque me temo que no lo dije muy fuerte). Al tratar de dormir, pensé lo que diría yo al del seguro al día siguiente: me venía la tentación de disimular los hechos; decidí contar cómo fue, aunque estaba seguro de que no me iba a creer (como así sucedió al día siguiente, pero yo contento de exponer la realidad): dijo que eran cosas distintas, cortes y roces a varias alturas… y que habría que dar varios "partes" y pagar la franquicia por cada uno. Al final sólo di el de delante que era el más "escandaloso"; y ya está arreglado y pagado. En fin, empiezo de nuevo cada día y retomo con ilusión a mitad de mes el intento de "no quejarme".

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS viviendo la Palabra del mes ("no os quejéis los unos de los otros") y las de marzo ("el que libre esté de pecado, le tire la primera piedra") y meses anteriores. ¡Gracias a tantos por compartirlas!:

 1.- “...¡¡FELIZ PASCUA, CRISTO VIVE!! Nuestra alegría y nuestro mayor gozo es saber que está entre nosotros. ¡¡GRACIAS A TODOS!! En Navidad noté que tenía un bulto y cuando empezamos la Cuaresma había que hacer todas las pruebas. Vivir este tiempo de gracia y conversión era confiar plenamente en el AMOR de DIOS. Esperar resultados a veces no es fácil, pero cuando, cada día, recibes a JESÚS EUCARISTÍA y te sientes sostenida por la oración de los HERMANOS es sorprendente la paz que podemos llegar a experimentar viviendo con serenidad cada día su voluntad. Aunque me estaba preparando interiormente para lo peor, los resultados han sido buenos y no hay nada maligno. Ahora sólo debo ser observada. Con todo esto también nos llegaba el nacimiento de nuestro primer nieto y justo el día del padre: fue S. JOSÉ quien "lo trajo en sus brazos" para celebrarlo. Para nosotros ha sido hermoso sentir también, ante el gozo de la vida, vuestro amor concreto que comparte penas y alegrías. Es la PASCUA y por eso, hoy, quería compartir con todos la alegría de haber podido ver al SEÑOR…”

 2.- “Feliz Pascua del Señor. "No tengáis miedo de las sorpresas de Dios"; "arriesga por Dios, porque nunca quedarás decepcionado". Estas dos frases las dijo nuestro Papa Francisco en la Vigilia Pascual (a los que seguimos por televisión). Me parecen tan ricas de contenido, que os las envío como Felicitación. "El que esté sin pecado, que tire la primera piedra" es la palabra de vida de este mes. Tengo un asunto por el cual he llegado al juzgado: ya he tenido que declarar dos veces, y he tratado de no vengarme, de buscar la verdad y lo justo, y dejar aparte el mal pasado, procurando no hacerle daño en lo que más le dolería, tratando de respetar la palabra dada. Y confío que Dios lo resolverá, a pesar de las estrategias y mentiras del contrario. Es como me parece vivir la palabra de este mes. Feliz Pascua.”

 3.- “…me alegra especialmente la palabra de este mes, pues creo que es algo que yo tengo que pulir de mí misma: no me he de quejar tanto de los demás, pues antes de exigir a los demás tengo que rendir cuentas yo. Estoy segura que esta Semana Santa la habéis vivido intensamente y con mucha felicidad; yo, GRACIAS A DIOS, también: han sido unos días fabulosos, como si de un regalo de Dios se hubiese tratado, aunque sé que no me los merezco; por eso quiero llevar a cabo la Palabra del Mes de Abril a rajatabla...”

 4.- “Feliz Pascua de Resurrección. Cada vez que leo el email de la palabra de vida y las experiencias, me emociono. Veo y leo cómo hay tantos hermanos/as que llevan a Dios tan adentro y con tanta humildad que siento envidia azul, envidia sana. Me hace renacer y a la vez me siento pequeñita, porque me doy cuenta que tengo que amar más, AMAR en el sentido completo de la palabra, Amar a Dios y a mis hermanos y no perder el rumbo, tratar de no perder el rumbo, en el camino hacia el SEÑOR. Recordando ahora que las mayores dificultades para vivir nuestra fe no provienen de afuera, sino, las que provienen de dentro, de las situaciones que se producen y los comportamientos de nuestros hermanos cristianos y que debemos por tanto, tener calma y paciencia y mucha misericordia, me doy cuenta una vez más que me cuesta mucho, me resulta tan difícil llevarlo a cabo, pero ese es el camino que debo tomar. No quejaros los unos de los otros. Este lema me viene perfecto. Debo ponerlo en práctica siempre. Gracias.”

 5.- “…tengo que reconocer, que algo ha sucedido esta Semana Santa. No es para "tirar cohetes", pero me he encontrado más amable, más comunicativo con personas que no lo era tanto y, en resumen, he estado más alegre. No hay razón aparente para ello salvo "Él". Luego, y sin más explicación, vuelven las caídas y te invitan a pensar que no eres nada, o mucho menos que nada, y llegas a la conclusión de que siendo consciente de tu inmensa debilidad, comprendes de dónde te viene tu fuerza para realizar lo poco bueno que consigues hacer. Como otros años hemos estado en los Oficios. Han sido tardes muy bonitas…”

 6.- [desde Rusia] “…¡Gracias por la PdV! Por las experiencias: me doy cuenta que es posible comportarse como un cristiano en la vida cotidiana, empezando con las cosas pequeñas. Trato de seguir el ejemplo, ¡gracias por la inspiración! ¡Quiero felicitarnos Santa Pascua! ¡Os deseo todo bien y bendición en este día! ¡Cristo ha resucitado! En cuanto se refiere a nosotros tendremos la Pascua el 5 de mayo. También quería daros mis felicidades otro ocasión de mayor importancia: la elección del Papa Francisco, por supuesto. Vi la ceremonia de su nominación y, aunque no soy católica, me conmueve la solemnidad y la alegría que compartían los creyentes en la plaza. ¡Puedo imaginar qué sentíais vosotros! A mí, me gusta el Papa nuevo: parece un hombre de gran bondad y humildad…”

 7.- “…El mes pasado cuando ley la palabra de vida, no se me quedó nada más que el título; pensé: "algo me quiere decir; me dedicaré a las pequeñas cosas". «El que esté sin pecado que tire la primera piedra». Había una colilla en mi coche y la tiré al suelo; arranqué el coche y, de repente, me acordé de una experiencia que había leído; me bajé del coche, la cogí, la envolví y la dejé para tirarla luego a la papelera. Me iba a Misa; llovía mucho y vi a un niño solo que andaba buscando algo; aparqué, fui donde él y le dije: "¿buscas el seminario?"; me dijo que "sí" y se le iluminó la cara. "Por donde viene esa chica, está allí, si está cerrado, (a esta hora, no creo), da un poquito vuelta y está la del patio abierta". Se puso contento y me dio las gracias y se fue. Luego me arrepentí por no haberle acompañado: recé por él. Si alguna vez iba a juzgar a alguien, me he acordado de la palabra de vida; no siempre lo consigo. Pero cuando vives, te sientes libre.” 

8.- “…tengo dos amigos con los que hablo muy a menudo por teléfono. Toda una semana, uno de ellos no llamó. El primer impulso fue: "no me llames más". Ayer, en cambio, pensé en llamar yo: tuvimos una larga conversación agradable, sin reproche. Y al final yo estaba lleno de alegría por este pequeño paso con amor…”

 9.- “…en el trabajo hubo que cambiar en nuestra oficina algunos ordenadores antiguos o menos potentes. Uno de mis colegas quería específicamente uno más potente. Siento que tengo la libertad de recibir o no recibir otro equipo, estoy listo y le cedo el mío. Finalmente, le dejé mi equipo antiguo, pero el colega recibido un ordenador mejor; sin embargo, se rompió al día siguiente, así que le ofrecí trabajar en mi equipo…”

 TENEMOS QUE SER DE CRISTO

 “valor salvífico de la Resurrección de Jesús, en la que se funda nuestra fe y por la que hemos sido liberados del pecado y hechos hijos de Dios, generados a una vida nueva. Éste es el don más grande que recibimos del Misterio Pascual de Cristo. Dios nos trata como hijos, nos comprende, nos perdona, nos abraza y nos ama aun cuando nos equivocamos. Esta relación de hijos con el Señor debe crecer, ser alimentada cada día con la escucha de su Palabra, la oración, la participación en los Sacramentos y la práctica de la caridad. Comportémonos como hijos de Dios, sin desanimarnos por nuestras caídas, sintiéndonos amados por Él, sabiendo que Él es nuestra fuerza. Porque Él siempre es fiel. Ser cristianos no se reduce sólo a cumplir los mandamientos, es ser de Cristo, pensar, actuar, amar como Él, dejando que tome posesión de nuestra existencia para que la cambie, la trasforme, la libere de las tinieblas del mal y del pecado. A quien nos pida razón de nuestra esperanza, mostrémosle a Cristo Resucitado y hagámoslo con el anuncio de la Palabra, pero sobre todo con nuestra vida de resucitados. Porque nosotros también por el bautismo hemos resucitado, como Cristo.” Papa Francisco, Audiencia general, 10 abril 2013

 ENCUENTRO CON CRISTO, PERSONA VIVA

 Año de la fe […] ocasión importante para volver a Dios, para […] encontrar y conocer a Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Se trata del encuentro no con una idea o con un proyecto de vida, sino con una Persona viva que nos transforma en profundidad a nosotros mismos, revelándonos nuestra verdadera identidad de hijos de Dios. El encuentro con Cristo renueva nuestras relaciones humanas, orientándolas, de día en día, a mayor solidaridad y fraternidad, en la lógica del amor. Tener fe en el Señor no es un hecho que interesa sólo a nuestra inteligencia, el área del saber intelectual, sino que es un cambio que involucra la vida, la totalidad de nosotros mismos: sentimiento, corazón, inteligencia, voluntad, corporeidad, emociones, relaciones humanas. Con la fe cambia verdaderamente todo en nosotros y para nosotros, y se revela con claridad nuestro destino futuro, la verdad de nuestra vocación en la historia, el sentido de la vida, el gusto de ser peregrinos hacia la Patria celestial. […] La fe en un Dios que es amor, y que se ha hecho cercano al hombre encarnándose y donándose Él mismo en la cruz para salvarnos y volver a abrirnos las puertas del Cielo, indica de manera luminosa que sólo en el amor consiste la plenitud del hombre. […] La fe cristiana, operosa en la caridad y fuerte en la esperanza, no limita, sino que humaniza la vida; más aún, la hace plenamente humana. […] He aquí entonces la maravilla de la fe: Dios, en su amor, crea en nosotros ‒a través de la obra del Espíritu Santo‒ las condiciones adecuadas para que podamos reconocer su Palabra […] Este año pueda hacernos crecer a todos en la fe y en el amor a Cristo a fin de que aprendamos a vivir, en las elecciones y en las acciones cotidianas, la vida buena y bella del Evangelio. BENEDICTO XVI, Audiencia general sobre el Año de la Fe, 17 octubre 2012

PALABRA DE VIDA - PRINCIPIOS DE ABRIL

Alguna de las EXPERIENCIAS de nuestro amigo sacerdote de Madrid viviendo la Palabra del mes ("el que libre esté de pecado, le tire la primera piedra"):

1.- Una persona muy allegada me contó por sms una grave ofensa que había recibido. Además de contestarle intentando aportar paz, fe, amor… en cuanto pude llamé: aparte de ponerme “en su corazón”, (su dolor es verdaderamente mío), a la vez, acordándome de la PdV de marzo (y de que “Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta de su conducta y Viva") recé por ambos y aconsejé perdonar de corazón y seguir amando a pesar del profundo dolor (suyo… ¡y mío!).

 2.- Uno de estos días, no tenía yo que madrugar. No dándose cuenta de ello, la víspera un compañero que tenía que volar a Roma, me pidió si le podía subir a la mañana siguiente tempranísimo en coche. Me ofrecí. Preguntándole el horario, le hice ver que quizá iba con el tiempo demasiado ajustado, así que decidió que saliéramos incluso más pronto todavía. En fin, yo contento, a pesar de haberme levantado mucho más temprano que los días que más madrugo.

 Alguna de vuestras EXPERIENCIAS viviendo la Palabra del mes ("el que libre esté de pecado, le tire la primera piedra") y las de meses anteriores. ¡Gracias a todos por compartirlas!:

1.- “...ha sido un viaje preciosísimo a Tierra Santa: ¡tenéis que ir! Ha sido todo un regalazo de Dios el poder ir con mis hermanas y mi madre, los sacerdotes que nos han acompañado, la armonía con la gente…: estar en sintonía porque nuestro nexo ha sido Dios. El tiempo tan bueno que hemos tenido y, sobre todo, situarnos en el espacio donde Jesús vivió y padeció: ¡qué lago de Tiberiades!, ¡qué monte Tabor!, ¡qué monte de la Bienaventuranzas! Allí es primavera: ahora está todo precioso, pero en los lugares Santos he palpado la presencia de Dios: vaya, ¡que he venido levitando! He vuelto a "mi Galilea" dispuesta a dar testimonio, ¡pero qué difícil es! Pido porque mi fe aumente y mi apoyo en María y Jesús también…”

 2.- “…el viernes estuve en otra ciudad con mi marido; él, trabajando… Durante esa mañana quería aprovechar yo para conocer la ciudad, pero tenía una inquietud interior, o más bien necesidad, de ir a Misa... Cuando comulgué fue un encuentro muy especial (me emocioné y empecé a llorar, pero no de tristeza, sino de emoción de ese encuentro, pues cuando fui a comulgar, al sacerdote se le cayeron 3 hostias consagradas ante la señora que iba delante de mí; la mía la cogí del suelo y comulgué; me entró una pena… y a la vez una ternura… de ver a CRISTO en el suelo… que eso me provocó una emoción que nunca había experimentado). Pero desgraciadamente… nuestras debilidades vuelven a manifestarse; por eso no nos tenemos que olvidar de rezar unos por otros animándonos a seguir caminando en el viaje a la santidad, comenzando siempre de nuevo pase lo que pase…”

 3.- “… en la cocina, hablando con un compañero acerca de las diversas sensibilidades dentro de la Iglesia, cuando este se pone, según mi modo de ver, muy agresivo e intolerante con otros modos de entender la fe, (dentro de la Iglesia, pero distinto de lo que él piensa que debería ser). Entonces me acerqué a él y le dije que su actitud no era la correcta, que dentro de la Casa del Señor tenían cabidas todas, que Él no era de alguien en exclusividad. Pero empecé a sentir en mí que mi hermano estaba tan equivocado que debía casi lavarle el cerebro para que fuera como yo quiero, en vez de quererle como es, de amarle y donarme a él, sin restricciones, sin preguntas... Entonces me acordé cómo el Señor se acercó a mí y sin exigirme nada, sin pedirme nada, me cogió en su regazo, me cobijó bajo sus alas: ahora yo estaba siendo como el siervo infiel que después de que me perdonaran la deuda, no era capaz de ver a mi hermano nada más que como alguien que tiene una deuda y no se la quería perdonar. El Señor siempre me enseña su Misericordia, de manera suave, sin hacer violencia, como solo Él puede hacer, y además me muestra ese camino de amor para con mi hermano/a. Cada día me da algo nuevo y cada día renueva su fidelidad conmigo. Que afortunado soy!!!!! Me sentía muy feliz y quería compartirlo…”

 4.- [los Ejercicios Espirituales de Cuaresma] “…no te exagero al decirte que para nosotros han sido dos días fantásticos de experiencia y meditación. Cuando dije el otro día que en la "hora Santa" me había hecho Jesús un regalo fantástico, no era una exageración, pues pude sentir el contenido del Amor de Dios y comprender que era administrador de Él. Estuve rezando por personas que en la vida yo podría pensar que pudiera haberlo hecho y esto confirma una vez más que los caminos de la Providencia no podemos ni siquiera sospecharlos, cuanto menos opinar negativamente... Aunque reconozco que mi oración es muy humilde, quizás puedan proporcionar algún efecto, imposible de conseguir por mis medios. Ojalá que siga sintiendo siempre la necesidad que tengo que vivir mi vida sabiendo que es a Jesús al que me voy a ir encontrando en mis caminos……”

 5.- “Este nombramiento del Papa lo he vivido de forma distinta. Con Benedicto XVI recuerdo que estaba trabajando, y apenas hice caso, me "picaba" la curiosidad... Pero con este, estaba en casa y fue distinto: recé con él, recé POR él.... nunca lo había hecho... pero me sentí, como que mi oración sí le llegaba, y me sentí orgullosa... Ojalá el camino que tiene que recorrer se lo hagamos lo más fácil con nuestra oración y con……”.

 6.- “…trabajo en el extranjero, donde cuidamos de niños pequeños, gemelos. Una mañana salí con uno de los gemelos al zoológico. Mientras contemplaba los animales, se acercó a la valla una niña bien vestida, acompañada por su padre. La niña tropezó y cayó en un charco de lodo. El padre, mayor, le entregó un pedazo de papel, pero vi que no era suficiente para limpiar a la muchacha. Saqué las toallitas de la mochila que yo llevaba, y di a la niña y a su padre; luego le dije que si le ayudaba a limpiarla, porque vi que necesitaba... Mientras yo limpiaba a la niña, me di cuenta de que su padre estaba sorprendido. Me dio las gracias varias veces, tomó a la niña en sus brazos y se fue con gran asombro y felicidad en su rostro. Entonces, me sentí contenta de hacer algo bueno…”


PALABRA DE VIDA - MEDIADOS DE MARZO

Alguna de las EXPERIENCIAS de nuestro amigo sacerdote de Madrid tratando de vivir la Palabra de febrero (“sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos”) y la de marzo (“el que de vosotros esté sin pecado, le tire la primera piedra”): 

1.- En la estación de Las Matas, en el subterráneo que cruza las vías por debajo hay una gran gotera. Los días pasados ha llovido mucho. Una mañana veo un cubo puesto debajo, pero ya casi rebosando de agua. Comenté: “si nadie lo vacía, es inútil: dentro de un minuto rebosará toda el agua”. Me di cuenta que ese comentario también era para mí. Es más, el Señor me lo pedía. Le dejé mi paraguas y mi carpeta a la señora con la que bajaba hablando, y (aunque me daba muchísima vergüenza) cogí el cubo, lo saqué a la calle y lo vacié, volviéndolo a poner luego debajo de la “famosa” gotera. Esa señora me dice de broma: “¡vaya!, ¿por qué lo has hecho? Entonces yo tendré que hacerlo otro día si ocurre lo mismo”. Esa misma mañana, ya en la ciudad, vi a una chica que miraba hacia un lado y otro como intentando orientarse. Aunque me “daba corte”, me acerqué a preguntarle si buscaba alguna dirección. Era un centro comercial y le indiqué por dónde estaba. Con ambas cosas, realmente “sabía” y “saboreaba” Vida en mí. 

 2.- Anteanoche, antes de acostarme, vi que el coche estaba a descubierto (había previsión de heladas). Pensé dejarlo ahí y al día siguiente insinuar algo al último que lo usó. Pero… “el que esté sin pecado…”, me di cuenta que hay muchas veces que a mí se me olvidan otras cosas (sin ir más lejos, a mediodía, mientras otro cocinaba, entré en la cocina y luego no cerré la puerta, con lo cual la casa se llenó de olor y humillo). Así que, aunque hacía mucho frío y ya habíamos cerrado todo, salí en zapatillas a aparcar bien el coche. 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de practicar la Palabra de Vida de marzo y las de meses anteriores: 

1.- “…Algo sobre la noticia del fallecimiento de mi hermano. Fueron unos días intensos en los que he sentido el Amor de Dios en cada dolor de mi hermano. Tenía tantas ganas de poder estar a su lado... He visto en él el rostro de Jesús Crucificado y Abandonado y he sentido una gran fortaleza y "alegría" de poder tener la dicha de atenderle, junto a su mujer y sus tres hijos. Cada vez que necesitaba que le moviera un poco en la cama del hospital, yo pensaba: "...a Mí me lo hicisteis..."; cuando le limpiaba su boca abierta… y llena de llagas, pensaba...: “Se lo hago a Jesús...” Su cuerpo eran huesos y yo besé y acaricié sus manos... y en el trance de la agonía, le llamé “¡valiente!, ¡eres un valiente!” y le acaricié con mis manos su rostro jadeante y expiró así, sintiéndonos unidos en la oración y en el amor entremezclado por el dolor y las lágrimas... Como te decía en un correo, momentos duros que se transforman, por la fe, en sublimes. Mi hermano podía haber muerto, en cualquier otro momento, lugar y circunstancias..., pero Dios quiso que fuera así y ha sido la mejor manera. GRACIAS, por las oraciones, que unidas a otras personas y a las nuestras, lo han hecho posible. El funeral posterior, oficiado por un sacerdote amigo, las lecturas leídas por mi hijo, el coro, precioso, al que pertenece mi otro hermano y en el que cantó también él, etc. Mi cuñada y mis sobrinos, en todo momento de acuerdo en lo que decidíamos en común. El día 26, hubiera sido su cumpleaños y también decidimos celebrarlo con una Eucaristía unidos. En fin, que dentro del dolor… la palabra de Febrero me dio la respuesta a todo: "Hemos pasado de la muerte a la Vida... porque amamos a los hermanos"... Realmente Dios estaba ahí y ha querido hacerse presente a través de nuestro humilde comportamiento cristiano, que no es otro que “AMAOS como Yo os he amado”. La fuerza del cariño, entre hermanos que siempre nos hemos querido, ha hecho resucitar también la fe de quienes la tenían "dormida"... En fin, que Dios nos siga ayudando. De nuevo, gracias a ti…” 

 2.- [en un encuentro] “… Como era evidente por mi piel que no soy de aquí, todo el mundo venía y me hacían las dos preguntas “de rigor”, como yo digo: “¿De dónde eres? ¿Cuánto tiempo llevas aquí?”. Y así comenzaba una conversación, pero claro, cuando ya me lo preguntaban tantas veces…, me cansaba. Cuando se acercaba alguien, yo me decía “ahora vienen las preguntas de rigor”. No respondí mal ni nada por el estilo, siempre con una sonrisa.” 

 3.- "…la palabra de vida del me de Febrero ("nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida...") nunca me había gustado, por eso no me acuerdo de ella, porque me parecía que trataba de la muerte; pero con vuestras experiencias me he dado cuenta de que es preciosa. Mil gracias. Traté de vivir el "no amar de palabra, sino con hechos". Esa tarde me llama la trabajadora social y me dice: "me han pedido una voluntaria con coche y que entienda de enfermería, y he pensado en ti para acompañar a una señora a hacerse el carnet; enferma, diabética y mayor". Casi siempre protesto o digo algo, (es que si no, no soy yo); pero esta vez me acordé y dije: "vale"; voy a amar... Me hice lío con la calle; cuando llegué la saludé y la llamé por su nombre, pero la pobre era muy sorda, caminaba con dificultad. No la habían lavado muy bien y en seguida me acordé, de "mi Cristo roto", y todo cambió. Al llegar, me preguntan: "¿dónde van?". "A hacer el carnet". "Pues lo único que le puede pasar es que este coche se lo lleve la grúa". Le digo soy una voluntaria; él sonrió. Pendiente de la señora que no la diera el bajón, la senté a esperar. Llega un señor también mayor y pregunta. Me levanté y le explico todo; cuando lo entendió, le dije que se sentara: me empezó a contar su vida y le escuché a fondo. Al rato nos tocó; la ayudé a llegar a la mesa; cuando terminamos, me despedí de ese señor, que me dijo "gracias" con una sonrisa. La llevé a casa, la ayudé a subir las escaleras, la dejé arreglada; me dijo: "pensé que iba a ser peor; solo vengo cansada; a ver si la veo pronto". Yo estaba feliz porque había hecho lo del Evangelio: "Lo que hagáis al más..." ” 

 4.- “...el otro día el Señor me dio un toque fuerte...: me puse furioso por la actitud de un compañero, por el mismo motivo, porque queremos que todos hagan las cosas como a nosotros nos gustan, lo pasamos todo "por nuestro filtro", y como el otro no hace lo que yo quiero, pues ya está... Otro compañero que también lee la PdV, me dice: "Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra". Después de un momento, cambié el "chip", e intenté amarlo de un modo concreto, con el diálogo y la escucha…” 

 5.- “…esta semana pasada tuvimos las catequesis por las distintas casas del pueblo, en cada una de las cuales nos juntábamos un grupito del barrio. Han sido cuatro días muy intensos, donde se ha hablado principalmente de la Fe. Ha habido mucha participación, la gente ha puesto ganas y mucha ilusión. También se ha hablado de cómo vivimos la Fe, quién es Cristo para nosotros, cómo y cuándo iniciamos nuestra vida cristiana, etc. Cada uno ha aportado algo y también nos ha ayudado a aprender y a conocernos más y a conocer más a Cristo…” 

6.- “…mi marido se esfuerza por vivir como Jesús nos exhorta en su Palabra, y una cosa que he aprendido de él es que busca tener los ojos abiertos a las necesidades de los demás. Nuestro vecino acaba de sufrir un accidente cerebrovascular severo. Cuidaba a su esposa. Logró recuperarse hasta cierto punto, pero, por supuesto, no es el hombre con la fuerza de antes. Mi marido decidió llegar con regularidad, para llevar al vecino enfermo a la recuperación, sacarlo a pasear y ayudar con el trabajo concreto, siempre que sea necesario. Yo no ayudaba, pero pensé que podía empezar; y, además, colaborar orando por estos vecinos. Y estos pequeños gestos traen alegría a todos: disfrutar y vecinos que nos estamos ayudando y estamos contentos de contribuir aunque sea un poco a llevar la cruz de Jesús…”


PALABRA DE VIDA - PRINCIPIOS DE MARZO

De nuestra cura amigo de Madrid unas brevísimamente EXPERIENCIAS tratando de practicar la Palabra "sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos": 

1.- Estos días, aunque un disgusto me ocupase la mente, cada vez que hablo o llamo a alguien para solucionar algo rápidamente, primero me intereso sobre cómo está esa persona, antes de "ir al grano". Y veo que, sí, ese tratar de amar, produce "vida", paz, y la preocupación quedaba, durante unos instantes, diluida. 

2.- Todo el pasado fin de semana (incluido el jueves al regresar aquí después de las otras tareas) ha sido intenso y precioso con más de 350 personas en el Centro de Encuentros, sobre todo ofreciéndoles el sacramento de la confesión: he estado a veces más de dos horas y media seguidas atendiendo una persona tras otra; breve descanso y luego continuar. Ha sido bonito acoger a cada uno con una sonrisa en la puerta cuando entraba (y lo mismo acompañándolo al terminar), estar sin prisa escuchando y aconsejando y hacerle experimentar la alegría de la misericordia de Dios. En distintos momentos me sorprendía yo mismo de esa "vida" en mí y en el "otro", de la presencia de Dios con su luz, con su fortaleza, mucho más de lo que yo pudiera hacer o decir. 

 Alguna de vuestras EXPERIENCIAS sobre la Palabra de enero ("…misericordia quiero, y no sacrificios…") y la de febrero ("sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos"): 

1.- “Gracias: me ha encantado lo que compartís sobre cómo se ha vivido la noticia de la renuncia del Papa. Yo a lo largo de ese día fui sintiendo una profunda alegría interior, y el convencimiento de que hemos presenciado un fuerte soplo del Espíritu. Ahora me siento abrumado por el mar de opiniones que hay, prefiero tan sólo bendecir a Dios.” 

2.- “… en estos días mi madre me dijo: "Mira, tu hermana no tiene chaquetón de invierno". En la familia, yo soy quien siempre compra... Al escuchar a mi madre, empecé a sentir un impulso. Así, un día, cuando mi madre estaba de pie ante la puerta con mi hermana que estaba a punto de salir, saqué mi chaquetón nuevo del armario y se lo di a mi hermana. “Leí” el rostro de mi madre y la alegría en mi corazón era incontenible: estaba feliz al ver lo bien que le quedaba, como si se adaptara a ella... Mamá decía: "Mira qué admirable es tu hermana…”. Viendo la gran alegría de mi madre, me dije que, en efecto, las posesiones no son nada comparado con el corazón de una madre feliz…” 

 3.- “…perdona mi silencio, es verdad que no estoy pasando por mi mejor momento espiritual..., pero trato de recomenzar en cada momento y tratar de vivir la P. de Vida: se pasa de la muerte a la vida amando al hermano... Es en lo único que trato de centrarme. Gracias por todo lo que publicáis en el blog: es un verdadero tesoro. La renuncia del Sto. Padre, como para todos, ha sido un golpe, pero también un gran empujón a vivir por la Iglesia, por este momento especial, por el Papa actual y venidero y pedir el Espíritu Santo. Para mí ha sido toda una lección de humildad y de uno que, en unión con Dios, solo hace Su Voluntad, amando los límites y amando a la Iglesia. Realmente me ha dado un sprint para convertirme y aprovechar este tiempo de Cuaresma que es preparación, ese paso de la muerte a la vida... Trato de "estar" en la medida que puedo y, viéndolo desde el lado egoísta, me falta el aliento; estoy valorando la gracia que he tenido con los encuentros… El Papa Benedicto me enseñó y me iluminó mi situación; ya sabes, es una frase, pero que se prolonga hasta el final de la vida: "El purgatorio es un fuego que quema dentro..." Es mi Jesús Crucificado y Abandonado especial. Y “mío es el dolor que me roza en el presente...”. Pero no siempre logro “vivir”… P.ej.: mi marido y yo pensamos visitar a una persona enferma y luego ir a Misa; por la mañana avisé, así que nos plantamos en su casa y allí no había nadie... Llamé por teléfono y… estaba de nuevo en el hospital...¡! Ahí brotó en todo su esplendor mi queja…: “¡claro, como yo no estoy en ningún sitio!, no me entero de nada...” Fuimos al hospital, yo por el camino tratando de amar, convertirme, ya que si no lo hacía, era inútil ir... Tanto que, durante el viaje, mi marido, como yo no protesté ni aparentemente mostré enfado, me dijo: “si esto te lo hago yo...” Días después me llamaron para ver si podía ir el lunes al hospital toda la mañana a acompañar a esta persona enferma... También ahí fue decir a Jesús un "por Ti", (porque el pensamiento es rápido y me vino la tentación: "cuando me necesitan, sí se acuerdan de mí..."); fue una mañana espléndida. El encuentro espiritual de fin de semana fue muy fuerte… precioso, también en el encuentro de grupos...; la tentación era fuerte, (salir corriendo), pero el amar al hermano venció. La gente estaba muy contenta; a mí me pareció cortísimo. Pero me viene a la mente la experiencia de aquel poblado de África que vivieron tantos años y se creó una comunidad con solo una hoja antigua de la Palabra de Vida...” 

4.- “En la última reunión de la Palabra de Vida, que se celebró en la parroquia en enero, algunas personas pensaron, impulsados por la Palabra de febrero (además en este mes, el 11, es el Día Mundial de los Enfermos) visitar a un enfermo. Me pregunté si yo también quiero llevar alegría a un miembro de nuestra comunidad. Por lo tanto, en la tarde del 11 de febrero, siete personas hemos ido en el nombre de Jesús, con una sonrisa en el rostro, como una madre. Con amor hemos escuchado y hemos estado unidos. Por ejemplo con esa madre que, con gran devoción y confianza en Dios, cuida de su niño paralizado en un accidente hace 15 años. Ella nos contó… todos los intentos… y cómo, sólo con la ayuda de Dios, con el tiempo, logró sacarlo del estado inicial, muy grave; a pesar de que incluso ahora el niño no habla y está en la cama, la comunicación con la madre es continua con miradas y gestos pequeños que sólo ella entiende. Juntos rezamos el rosario por su hijo enfermo y otros propósitos útiles de nuestras familias y la sociedad. Sentí a Jesús presente en medio de nosotros, instándonos a permanecer fieles al amor de nuestros hermanos, para pasar de la muerte a la vida renovada hasta que veamos un mundo mejor y más agradable a Dios…”.

 5.- “…preguntas acerca de nuestra opinión sobre la renuncia del Papa. Yo no soy canonista... Me ha parecido un acto de responsabilidad, de seriedad y de profundo compromiso con el ejercicio de su ministerio. No sólo se cumple ejerciendo, sino también dejando de hacerlo cuando no se está en condiciones. Dado el nivel intelectual y la profunda espiritualidad del Papa saliente, creo sin duda que lo que ha hecho es lo mejor. Por ese motivo me sorprenden las manifestaciones de “pena”, “tristeza”, “desolación” y similares que escucho alrededor. Deberíamos estar contentos de haber tenido “al mando” a alguien que sabemos que, hasta el final, ha sido capaz de adoptar las decisiones más acertadas…”

 PALABRA DE VIDA - MEDIADOS DE FEBRERO 2013

Alguna de las EXPERIENCIAS de nuestro amigo sacerdote , tratando de vivir la Palabra de vida de febrero (“…se nota que habéis pasado de la muerte a la vida en que amáis a los hermanos…”): 

1.- Algunos de los primeros días del mes me encontraba yo como más “apagado”. Me di cuenta que, ¡precisamente!, la PdV era la solución. Así que, sobre todo esta semana he estado atento a muchos detalles: el sábado, por fin me pude sentar a leer en profundidad en casa… y… oí que la lavadora había acabado; aunque no me tocaba” a mí, fui a tender la ropa. Esta semana, varias mañanas, aunque voy siempre con el tiempo justo, al encontrarme vasos y tazas en el fregadero, los lavaba. El lunes me puse a limpiar el servicio de la planta principal, aunque no preveíamos visitas. Anoche estaban viendo un partido: les llevé allí la cena (a uno, "forofo" de un equipo, incluso en platito con su escudo). Etc. Muchas ocasiones también se me habrán “escapado” cada día, (¡seguro!, por desgracia) y habrán tenido que ser pacientes conmigo y perdonarme, ¡pero me fío de ese amor de los hermanos! ¡De verdad: se pasa de "muerte" a Vida (alegría, paz…) si se ama concretamente! 

 2.- El anuncio de Benedicto XVI de su renuncia al ministerio petrino el día 28 al principio me produjo como una congoja interior, como sensación de orfandad: se me venían casi lágrimas, mezcla de gratitud y de desconcierto, de pérdida recordando sus magníficas homilías, discursos, mensajes…: sencillísimos, pero profundos (sólo uno que interioriza, que es santo, puede conjugar ambas cosas con belleza literaria); auténticamente sabio. Un continuador de los Padres de la Iglesia (escritores cristianos de los primeros 7 siglos que unían en sí santidad de vida, ortodoxia y profundidad en la doctrina y pastoreo cercano de la gente). Meditándolo luego, me di cuenta de la humildad y la grandeza de ese gesto. Juan Pablo II por amor a Dios y a la Iglesia, aguantó hasta el último aliento (y el Card. Ratzinger vio cómo). Benedicto XVI por amor a Dios y a la Iglesia renuncia al mismo cargo. Mismo amor: cumplir la Voluntad de Dios. Personas distintas, circunstancias y tiempos diversos. El Espíritu Santo guía a uno y otro y ahora guiará a la Iglesia en los días de sede vacante y de cónclave. Casi como eco de Jesús en la Última Cena: "conviene que yo me vaya… vendrá a vosotros otro Defensor, el Espíritu de la verdad". El martes, el Evangelio pedía no aferrarse a "tradiciones humanas" para no olvidar "el mandamiento de Dios"; y la primera lectura (relato de la Creación), con los 6 días en que Dios hizo todo "bueno" y al sétimo descansó, enseña a los hombres que hay que trabajar por amor a Dios y hay que descansar por amor a Dios: teología del trabajo, pero también teología del descanso. Hace 8 años renunció a su proyectado retiro en su Baviera natal para leer, estudiar y escribir. Estos 8 años ha guiado y servido, poniéndose "a tiro" para neutralizar él mismo tantas insidias contra la fe y la Iglesia. Ahora, después de haberse ganado a pulso el cariño, el afecto y la admiración hasta de los jóvenes, y hasta de muchos no creyentes, se retira del cargo que tan bien ha desempeñado dejando, como siempre, la Iglesia en manos de su Pastor, Cristo el Señor. Alguna de vuestras EXPERIENCIAS sobre la Palabra de vida de este mes y de los anteriores: 

1.- “… en una reunión, formamos pequeños grupos en los que se presentan impresiones sobre el tema discutido. En un momento, alguien en el grupo bajó su tono de voz y le pedí que hablara más fuerte porque no oigo bien. Así hizo. Luego hablaron otros, pero uno, muy flojo. Alguien le recordó que hablara más alto porque yo no puedo escuchar muy bien. Me quedé agradablemente sorprendido. Me gustó su gesto y le doy las gracias por ello. Vi que otra persona no decía nada. Le pregunté y ella habló algo una vez, dos veces... Tal vez porque yo fui demasiado insistente. Me dijeron que es bueno el respeto. Cada uno puede tener preocupaciones, pensamientos, problemas. Me di cuenta de que no siempre están bien preparados y que el otro tiene derecho a que se respete su silencio. He aprendido y por ello doy las gracias a esa persona. ¿Cuáles fueron las consecuencias? Cuando llegué a casa mantuve conversaciones agradables con mi esposa y luego tuvimos la paciencia para que me contara una película. Y pensé en lo importante de los gestos pequeños: un gesto de amor se multiplica… ” 

 2.- "…la PdV de este mes es muy interpeladora: amar a nuestros hermanos es signo de nuestra nueva vida, una vida en Cristo. Yo tengo una experiencia vivida durante un sábado: le pedí al Señor que me permitiera encontrarme con mi "hermano", con el que sufre, con el que no cuenta, con el "paria"; y durante toda la jornada me concedió la gracia de que fuera así: en el autobús me senté junto con un mendigo, en la calle me crucé con varios, en Misa se sentó a mi lado uno y no dejó de hablar y de moverse (estaba bebido, el pobre). Fue uno de mis mejores días: poder cruzarme tantas veces con Jesús. Experimenté en mi propia carne lo que es pasar de la muerte a la vida amando a nuestros hermanos, ¡qué afortunado soy!..." 

 3.- “…una experiencia bastante fuerte. Últimamente me pasa que rezo por una persona de la cual nos preguntamos por qué no viene ya por la parroquia, o cómo lo estará pasando... Pues bien, el viernes me encontré con un pobre bien lejos de mi barrio, lo escuché y me contó toda su historia; no le di dinero como pedía él, pero le dije que rezaría por él (no como para "quitarme el muerto de encima", sino porque veía que era lo correcto; se lo dije con amor). Y así lo hice. Cuál fue mi sorpresa cuando al día siguiente aparece por la parroquia: había estado andando sin rumbo, vio la cruz y entró. Con la boca abierta por cómo hace las cosas Dios, me puse a poner en práctica la PdV escuchándole, amándole. Le escuché con alegría, le invité a un café, y -a pesar de no haberle dado dinero- nos despedimos quedando como amigos. Quería no sólo pasar yo de la muerte a la vida, sino que también lo hiciera él…” 

 4.- “…he llegado a un punto en mi vida en que tuve la oportunidad y el derecho de jubilarme. Yo podría hacerlo. Pero después de mucha agitación y oración, ahora veía que Dios tenía otro plan preparado para mí, esperando que dijese que ''sí'' para otras misiones que me quieren confiar y en las que voy a tener que poner en juego todas mis capacidades. Como nos recuerda la Palabra de Vida de este mes, Jesús me quiere introducir en la aventura del amor cristiano, para pasar de la muerte espiritual a la vida verdadera…” 

 5.- “…hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos”. Teníamos muchísimo trabajo en mi despacho, cuando viene mi esposa y me dice que ese día está libre de trabajo y que podíamos hacer limpieza general a fondo. Incluso me pidió que pasara la aspiradora a toda la casa. El primer impulso fue seguir con mi trabajo. Después pensé hacer ese trabajo por amor a ella. Pasé la aspiradora a toda la casa durante horas, pero en vez de sentir tristeza por el trabajo atrasado, estaba muy feliz…” 

 6.- “…me da pena no haber rezado más por el Papa, por su persona; comprendo que ha tenido que sufrir mucho (por responsabilidad) hasta tomar la decisión. También admiro su humildad: Él, siendo un gran intelectual…, reconocerse sin fuerzas para llevar a buen término la misión encomendada… Me servirá de lección para incluir al nuevo Papa en mi oración diaria, (no sólo por sus intenciones, sino por Él mismo)... ” 

7.- “…estremecidos con la renuncia de nuestro querido Santo Padre. ¡Qué ejemplo tan maravilloso de abandono en la Divina Providencia y, a la vez, de inmensa libertad! Estamos rezando mucho por él y por el que vendrá a sustituirlo. Tengo que contar dos cosas maravillosas: la primera, que en noviembre se ha ido al Cielo mi hermana mayor, quien tuvo una larga vida dedicada a Dios y a la Iglesia, y que el Señor la vino a buscar dentro de la celebración de la ordenación de sus alumnos, a quienes ella consideraba sus hijos espirituales. Al recibir ella la comunión, durante esa Santa Misa, "dejó de respirar": esas son las palabras del sobrino que la llevó. Ayúdame a darle Gracias a Dios. La segunda, es que el día 15 de enero, hemos cumplido nuestros 60 años de matrimonio. Celebramos el aniversario de los 60 años, con una Misa que nos ofició nuestro párroco…” 

 DIMENSIÓN COMUNITARIA: UN ELEMENTO ESENCIAL EN LA FE 

Hoy, Miércoles de Ceniza, comenzamos un nuevo camino cuaresmal, un camino que se extiende durante cuarenta días y nos conduce al gozo de la Pascua del Señor, a la victoria de la vida sobre la muerte. (…) Esta tarde somos un gran número en torno a la tumba del apóstol Pedro, para pedirle también su intercesión para el camino de la Iglesia en este momento particular, renovando nuestra fe en el Supremo Pastor, Cristo el Señor. Para mí, es una ocasión propicia para agradecer a todos, al disponerme a concluir el ministerio petrino, y para pedir un recuerdo particular en la oración. (…) actitudes y comportamientos concretos en esta cuaresma. La Iglesia nos propone de nuevo, en primer lugar, la vehemente llamada que el profeta Joel dirige al pueblo de Israel: «Así dice el Señor: convertíos a mí de todo corazón», que significa (…) desde la raíz de nuestras decisiones, elecciones y acciones, con un gesto de total y radical libertad. (…) El retorno al Señor es posible por la ‘gracia’, porque es obra de Dios y fruto de la fe que ponemos en su misericordia. Este volver a Dios solamente llega a ser una realidad concreta en nuestra vida cuando la gracia del Señor penetra en nuestro interior y lo remueve (…): «Rasgad los corazones y no las vestiduras» (v. 13). En efecto, también hoy muchos están dispuestos a «rasgarse las vestiduras» ante escándalos e injusticias, -cometidos naturalmente por otros-, pero pocos parecen dispuestos a obrar sobre el propio «corazón», sobre la propia conciencia y las intenciones, dejando que el Señor transforme, renueve y convierta. Aquel «convertíos a mí de todo corazón», es además una llamada que no solo se dirige al individuo, sino también a la comunidad. (…) La dimensión comunitaria es un elemento esencial en la fe y en la vida cristiana. Cristo ha venido «para reunir a los hijos de Dios dispersos» (Jn 11, 52). El “nosotros” de la Iglesia es la comunidad en la que Jesús nos reúne (cf. Jn 12, 32): la fe es necesariamente eclesial. Y esto es importante recordarlo y vivirlo en este tiempo de cuaresma (…) importancia del testimonio de fe y vida cristiana de cada uno de nosotros y de nuestras comunidades para mostrar el rostro de la Iglesia y de cómo en ocasiones este rostro es desfigurado. Pienso, en particular, en las culpas contra la unidad de la Iglesia, en las divisiones en el cuerpo eclesial. Vivir la cuaresma en una más intensa y evidente comunión eclesial, superando individualismos y rivalidades, es un signo humilde y precioso para los que están lejos de la fe o son indiferentes. «Ahora es tiempo favorable, ahora es día de salvación» (2 Cor 6, 2) (…) una urgencia que no admite abandonos o apatías. El término «ahora», que se repite varias veces, nos indica que no se puede desperdiciar este momento, que se nos ofrece como una ocasión única e irrepetible. Y la mirada del Apóstol se centra sobre la forma en que Cristo ha querido caracterizar su existencia como un compartir, asumiendo todo lo humano hasta el punto de cargar con el pecado de los hombres. La frase de san Pablo es muy fuerte: «Dios lo hizo expiación por nuestro pecado». Jesús, el inocente, el Santo, «que no había pecado» (2 Cor 5, 21),cargó con el peso del pecado compartiendo con la humanidad la consecuencia de la muerte y de una muerte de cruz. La reconciliación que se nos ofrece ha tenido un altísimo precio, el de la cruz levantada en el Gólgota, donde fue colgado el Hijo de Dios hecho hombre. En este descenso de Dios en el sufrimiento humano y en el abismo del mal está la raíz de nuestra justificación. El «retornar a Dios con todo el corazón» de nuestro camino cuaresmal pasa a través de la cruz, del seguir a Cristo por el camino que conduce al Calvario, al don total de sí. Es un camino por el que cada día aprendemos a salir cada vez más de nuestro egoísmo y de nuestra cerrazón, para acoger a Dios que abre y transforma el corazón. Y san Pablo nos recuerda que el anuncio de la Cruz resuena gracias a la predicación de la Palabra, de la que el mismo Apóstol es embajador; un llamamiento a que este camino cuaresmal se caracterice por una escucha más atenta y asidua de la Palabra de Dios, luz que ilumina nuestros pasos. (…) Jesús subraya que lo que caracteriza la autenticidad de todo gesto religioso es la calidad y la verdad de la relación con Dios. Por esto denuncia la hipocresía religiosa, el comportamiento que quiere aparentar, las actitudes que buscan el aplauso y la aprobación. El verdadero discípulo no sirve a sí mismo o al “público”, sino a su Señor, en la sencillez y en la generosidad: (…) la recompensa del justo es Dios mismo, el estar unidos a Él, aquí abajo, en el camino de la fe, y al final de la vida, en la paz y en la luz del encuentro cara a cara con Él para siempre (cf. 1 Cor 13, 12).


PALABRA DE VIDA - PRINCIPIOS DE FEBRERO 2013

Alguna de las EXPERIENCIAS de nuestro amigo sacerdote de Madrid tratando de poner por obra la Palabra de Vida: 

1.- En diciembre te conté que tuve que reclamar la factura de nuestros móviles. ¡En enero también! Mientras leía las facturas, recordaba la experiencia: portarme como hijo de Dios y tratar también así a mi interlocutor. Con esa intención al día siguiente me puse en contacto con el comercial, como si fuera mi mejor amigo, preguntando por el año y la salud (sin entretener mucho, ¡claro!, pues era su trabajo, y yo también tenía mucho que hacer). Mientras buscaba él nuestras facturas, por añadidura, me vino a la mente la PdV de enero: "misericordia quiero…". Así que estuve atento…, (si no, de poco me servirán oraciones y Misa). Eso era lo que tuve en mente a cada cosa que le pedía que nos aclarara o, directamente, a alguna reclamación. A pesar de los disgustillos, fue un rato, (si cabe la expresión), agradable. ¡Y esta vez parece que conseguiremos que nos devuelvan 11 €, (poco es, pero en diciembre no hubo nada que hacer)! 

 2.- Fui a celebrar Misa a una parroquia vecina. Como era el Octavario de Oración por la Unidad de los Cristianos, en la homilía hablé del ecumenismo, del diálogo de la vida y de la unidad. Conscientemente lo hice con palabras muy medidas y exactas, pensando en el auditorio. A pesar de eso, al acabar, entró un señor enfadado a la sacristía protestando por lo que yo había dicho. Además, con un tono cada vez más enfadado. Le sonreí desde el principio, aunque me dolía, pues me acordé inmediatamente de "misericordia quiero…" (¡y acababa yo de celebrar lo más grande que hay, la Eucaristía!), así que yo estaba con mucha paz y haciéndome uno con sus inquietudes, (¡si hay que hacer ecumenismo con los hermanos de otras confesiones, cuanto ni más…!). Continuó cada vez más alterado, sin dejarme casi ni hablar, ni siquiera cuando me acusó de cosas que yo no había dicho o que él había interpretado como quiso; después añadió que yo no estaba informado y que lo hiciera (le corregí con docilidad sus informaciones erróneas; que luego después cotejé con los curas de allí, que me dieron la razón). La Palabra de Vida me ayudó a seguir escuchando con una sonrisa, a mantener la paz. Por otra parte, había quedado con unos amigos ahí y me hubiera gustado saludar a muchos conocidos (hacía tiempo que yo no iba por ahí). Pero no pude porque él seguía. Cuando ya se marchaba enfadado, le tendí la mano con una sonrisa, le dije mi nombre y le ofrecí mi disponibilidad y nuestra casa: se quedó muy sorprendido, volvió sobre sus pasos y, aunque se marchó serio, por lo menos me estrechó la mano. Los sacerdotes me dijeron que ese señor era un integrista, (si no lefrebviano). Quedé contento; también porque, si hay que hacer ecumenismo en "vanguardia", no hay que olvidar a los de "retaguardia" y construir con ellos también la unidad.

 Alguna de vuestras EXPERIENCIAS sobre la Palabra de diciembre (“…les dio poder de ser hijos de Dios”) y la de enero ("…misericordia quiero, y no sacrificios…"): 

1.- “… las experiencias las sigo con mucho interés, yo casi no tengo ninguna que aportar, sólo me digo: "me tengo que entregar a los demás, darme yo misma"; no es dar dinero, ni un poco de tiempo, darme yo, porque eso es lo que ÉL nos pide. Este fin de año pensábamos pasarlo los dos solitos en casa: mi hijo se iba a casa de los padres de la novia. De pronto nos llama una amiga algo triste para decirnos si podía pasar el fin de año con nosotros; estaba además pasando un mal momento y le dijimos: "sí, claro, nosotros encantados". Luego otra chica, muy joven por cierto, había tenido un grave problema con su pareja (que también conocíamos) y habían decidido separarse: ella estaba en la calle con una maleta, bajo la lluvia y llorando a mares, no sabía donde quedarse, sola sin familia; pues nada, a casa también (actualmente está con nosotros hasta que pueda arreglársela sola, menos mal que trabaja). Dijimos nosotros dos: "si esto es lo que TÚ nos envías, gente para ayudar, tenga el defecto que tenga, se haya equivocado o no, ahí estaremos nosotros para ayudar, sin juzgar y cuando se pueda, aconsejar con todo el amor posible". Ya veis, así hemos comenzado el año… " 

 2a.- "…trabajo en caritas como voluntaria; al principio eran dos días a la semana, ahora es toda la semana. La trabajadora social está de baja. El día anterior me pongo en manos de Dios me propongo ver a Jesús en el hermano, y ya ese día también. Un día va una señora; después de escucharla, le pido unos papeles; me dice que no me entiende; se lo doy escrito y se lo explico; le digo que no pida cita y yo la atiendo el próximo miércoles. Llega con un papel del año anterior: se fue disgustada, y a los cinco minutos viene con el marido, que no respeta a nadie… me insulta, dice todo lo que se le ocurre… Le explico, se levanta de muy mal genio. Mi "hombre viejo" sale y me digo: "encima que me molesto, y me tratan así". Pero el Señor, que está siempre ahí, atento a todo y… vengo a casa, abro el correo y hay un correo de P.T. Una de las cosa que dice: "No hagas discriminación alguna entre las personas que tengas contacto contigo". Dije: "es verdad todos son hijos de Dios". A la semana siguiente fue ese hombre: lo traté como si le hubiera visto por primera vez; le digo: "buenos días, ¿qué tal está? ¿Qué quería? Él me dijo: "hablar con la trabajadora social". Ya le dije que no está. Él me contestó mal otra vez; le dije con una paz increíble: "puedo atenderle yo, espere cinco minutos". Cuando, bajé, ya se había ido. Volvió la semana siguiente, yo seguía con paz cuando le vi, le escuché a fondo, le dije que iba hacer lo que esté en mano. Al día siguiente, que había quedado con él, fue la esposa, me pidió perdón y él no sabía cómo darme las gracias…" 

2b.- "Esos primeros días que los voluntarios nos quedamos solos (cada uno en su parroquia) había algunos que me preguntaban esto o aquello cómo se hace…; yo les respondía: "la trabajadora social, lo hacía así, o de la otra manera, yo soy la que menos tiempo llevo trabajando"; con otros voluntarios me ofrecía a ayudarles… algunos problemas moralmente me iban dejando mal. Por la noche le decía al Señor: "Tú lo sabes todo; Tú sabes que no me importa, hacer esto, lo otro, busco juguetes para los que no tienen… nada me satisface, me venía a la mente: "lo que hagas a los más pequeños, a Mí me lo haces…". Las noches que he pasado sin dormir al Señor le decía: "¿por qué tengo que preocuparme, si Tú te preocupas por mí?". Me parece que he probado algo de lo que llaman “las noches oscuras…” Se han ido arreglando las pequeñas cosas y me he dado cuenta, que no debo enorgullecerme de que los demás me pregunten o me digan, sino hacerme más pequeña o "una con" ellos…" 


PALABRA DE VIDA - MEDIADOS DE ENERO 2013


Alguna de vuestras EXPERIENCIAS viviendo la Palabra de Vida de diciembre:"…les dio poder de ser hijos de Dios" 

* “…la verdad es que cosas tan cotidianas como hacer las comidas, servir la mesa, se pueden convertir, especialmente en estos días de Navidad, en ocasiones importantes para amar...

* “Recuerdo que cuando me empezaste a mandarme la PdV trabajaba en otra empresa, que cerró a comienzos de 2011 y de la que yo me marché (con una mano delante y otra detrás, sin un duro de indemnización tras trece años), resuelto a reiniciar la aventura profesional por mi cuenta. Se trataba entonces de aprovechar el mercado y los clientes que dejaba vacantes aquella empresa y tratar de ofrecerles el mismo servicio, pero bajo un nombre nuevo. No era cosa de quedarse esperando el subsidio de desempleo con cuatro hijos que vacían la cuenta bancaria con facilidad pasmosa.
         Me propuse en aquel momento decir "gracias a Dios" cada vez que hablara de cómo nos iban las cosas, cada vez que recapitulara sobre nuestros logros, cada vez que lanzara un nuevo proyecto o que consiguiera un nuevo cliente. Y si las cosas hubieran ido mal, también habría dado gracias a Dios porque no nos hubieran ido peor.
         Hoy, dos años después, puedo decir que tengo una empresa saneada, que en los difíciles tiempos que corren mantenemos buenas expectativas, que tenemos buen crédito en el mercado y que ya somos doce (y ando buscando otro) los que nos ganamos el sueldo aquí. Y todo ello gracias a Dios.

* “…quiero compartir en esta entrada de año una pequeña y sencilla vivencia que en estos días he tenido.
Todos sabemos que la entrega a los demás enriquece más que cualquier cosa, todos hemos tenidos momentos de esos que enriquecen el alma, ¿verdad? Al darnos, recibimos mucho más y en estos días yo he podido vivir esto con un añadido; mi salud es delicada y en días atrás tuve un pequeño contratiempo, debilitándome más aún no sólo física, sino también emocionalmente.
Es verdad que con el tiempo voy afrontando mejor estas pequeñas recaídas, pero, siendo sincera, hay momentos que me cuesta remontar.
Sin embargo, el domingo ya teníamos hablado que subiría para echar una mano… y gracias a ello viví en mi interior una bonita experiencia de saber aparcar mis cosillas para darme a los demás... No quise quedarme en casa, no quise que mi cosillas me impidiesen vivir un precioso día, no quise lamentarme ni quejarme y eso, amigo mío, me llevó ya en la noche, cuando todo es silencio, a tener un ENCUENTRO precioso con Dios...
Todo lo vivido en este año ha hecho que hoy asuma con total normalidad mi debilidad, he podido pasar toda la tarde aceptando que hoy debía estar en reposo y recordando que en mi debilidad, Dios se hace más fuerte, así que he querido y necesitado bajar para "estar" en la Eucaristía y recibir el Alimento que me dará FUERZA para afrontar este Nuevo Año...
…con el nuevo brote de infección que me salió, tuvieron que darme mucho antibiótico y ello me debió bajar las defensas y, justo cuando íbamos a celebrar el cumple de mi hijito con sus amigos, comencé a encontrarme indispuesta y en cuestión de minutos se complicó todo con diarreas y vómitos. ¡Madre mía!, no te imaginas el mal rato,… ¡me asusté mucho, mucho! … y claro, la debilidad extrema en mi caso, se agudiza; vamos, que ando como un pingo; pero ello no me ha detenido en estos días para SONREÍR y compartir como ya habéis leído…
 

* “… hace unos días, durante una revisión anual, el médico me dijo que no se veía con claridad la ecografía y que podría ser un tumor: tenían que hacerme un ultrasonido.
Anteayer, el ultrasonido no resolvía las dudas: tanto mi médico como el radiólogo me dijeron, con gran delicadeza, que algunas características podrían ser indicativas de cáncer, y sus caras durante el examen no eran en absoluto tranquilizadoras. Habría que hacerme un TAC y me dieron hora para esta mañana.
Estos últimos días, la noticia me ha dejado una gran paz, porque me ayudó a decir "sí" a todo lo que la Voluntad de Dios dispusiera, incluso si se tratara del comienzo del proceso de “dejar la escena de este mundo que pasa”. Le dije: "como Tú quieras, cuando Tú quieras, donde Tú quieras”. También me ayudó a entender que TODO es amor de Dios por mí y por los demás: tanto el no tener un tumor como el tenerlo y empezar de operaciones y tratamientos: ¡todo es amor!
Te confieso que no he pedido al Eterno Padre ni una sola vez que no fuera cáncer. Me venía sólo decir lo que Jesús nos enseñó: "hágase Tu Voluntad"…
Ayer por la noche, en respuesta a una pregunta… (sospechando al verme ir y venir tantas veces de médicos), sin ningún dramatismo, pero tratando de mantener los pies en el suelo, he podido explicarles este concepto: todo es Amor de Dios. Fue un shock, pero ha sido una experiencia fuerte y saludable para todos.
Esta mañana, después de mi hora diaria de caminar, me fui sereno al hospital. Hecho el TAC, vino mi médico (que de nuevo se había desplazado a radiología para las pruebas) y me dijo que el tumor no está. Sí hay otra cosilla que debe ser tratada.
Al regresar, … me estaban esperando y han dicho: "¡gracias a Dios!". Me vino espontaneo decirles: "¡incluso si hubiera sido un tumor, teníamos que agradecer a Dios por Su Amor!". Me dijeron que eso requiere una gran fe.
El tumor no está, pero ha sido una gracia en el sentido de que me ha ayudado a decir "sí" con el alma y un acto de verdadera fe en el Amor de Dios en este "Año de la Fe"…

* “…las cosas con mi familia van mejor. Estoy convencida que la clave está en ponerse en manos de Jesús, abandonarse en Él y decir “hágase Tu voluntad”. De todas formas sigue rezando por nosotros...


PALABRA DE VIDA - PRINCIPIOS DE ENERO 2013

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PALABRA DE VIDA – MEDIADOS NOVIEMBRE 2012

¿Cómo te van las cosas?



            Nos queda medio mes para acabar el año litúrgico y empezar uno nuevo con el Adviento. Así que, ¡un sprint para vivir de la Palabra!; aquí van algunas experiencias (te invito a leer y releer la PdV del mes: cuanto más se la practica, más "jugo" se saca la siguiente vez que se lee).





Alguna de de las EXPERIENCIAS de nuestro amigo sacerdote de Madrid, tratando de practicar la Palabra de este mes:



1.-       He de confesar que este mes al principio me costó encontrar "el hilo" para vivir la Palabra. Luego he descubierto varios filones. P.ej., dice el comentario: "…su manifestación no sería ni espectacular ni externa. Sería una sencilla, extraordinaria “venida” de la Trinidad al corazón del fiel, que se hace realidad donde hay fe y amor…". Así que he tratado de "buscar" a Dios, esa presencia, en los demás, ¡y en mí! Y cuando no la percibía… ¡es que me faltaba "gasolina", me faltaba hacer actos concretos de "amor al prójimo" por Jesús!

         P.ej.: la otra tarde, caminando a casa de regreso desde la estación, una señora ucraniana mayor me pregunta por una calle. Hay poca gente que vaya andando y nadie le había sabido indicar; había recorrido a pie buena parte del barrio. Para evitar confusiones idiomáticas, (aunque en ese instante empezaba a chispear), me ofrecí a acompañarla, (desviándome de mi trayecto). Ella tenía temor luego de no saber regresar, así que le expliqué varias veces el camino más corto, con muchos gestos para que se lo aprendiera bien. Ella estaba contenta. Fue un ratito agradable de conversación. Cuando me despedí en la puerta de la casa donde ella iba a su entrevista de trabajo, la lluvia no podía apagar la alegría en mí de esa presencia de Dios, quien ante cosas tan mínimas, no deja de cumplir su promesa de presencia. ¡Es verdad!

         Y luego también, "contemplar" la "morada" de Dios en el alma de otros. P. ej. una gran amiga, con tremenda enfermedad desde hará unos 3 años, (gracias a la cual empezó a descubrir a Dios), me escribía en un correo la pasad semana: hace ya algunas semanas le pedí al Cristo Crucificado que tenemos en la parroquia, que me diese entendimiento en cuanto me acontecía, que si en verdad en mi caminar debía haber un poco de sufrimiento, supiese no solo llevarlo sino darle ese matiz cristiano que Jesús intentó a toda costa enseñarnos. De una manera difícil de explicar, en un rato de Silencio y Oración ante el Crucificado se me reveló (por así decirlo) que sí, que debería haber un poco de sufrimiento para que siguiese brotando aquello que Dios depositó en en su momento.

            Mira, mi "estar" en Dios cada vez cobra más fuerza y te he de reconocer que solo a través del sufrimiento que he vivido en determinados momentos, he podido sentir Su Presencia... eso, hermano mío, es ÚNICO. Con ello no quiero decir que me guste sufrir ni mucho menos, pero Dios ha sabido darme su caricia, no tú, pero yo hoy puedo decir alto y claro que Dios ha acariciado mi alma y eso, hermano mío, lo es TODO....



2.-    Otro filón para vivir la Palabra ha sido el último párrafo del comentario de la PdV: "…poniendo en práctica con todo nuestro corazón, con radicalidad y perseverancia el amor recíproco entre nosotros. En esto, principalmente, el cristiano encuentra también el camino…".
            El otro día teníamos un encuentro importante con otros sacerdotes. Moví mi coche a la puerta de casa para llevar a José y… Ya no arrancó: se me averió el coche. En vez de "molestarme" (llegar tarde, luego taller, más gastos…) reaccioné inmediatamente (lo mismo que horas antes cuando me anunciaron que varios amigos tenían que darse la vuelta después de varias horas porque no podían llegar aquí por las inundaciones): "¡va a producir mucho fruto el encuentro! Si hay raíz (diferentes rostros de Jesús crucificado y abandonado), ¡seguro que resultará muy bien!". Así que, llamé a alguien para que recogiera a José y no dediqué ni un minuto en todo el día a pensar en el coche para que no me restara atención en ese amor recíproco que debíamos vivir con los demás sacerdotes en la reunión. De hecho, algunos luego me preguntaban: "¿y tu coche?" Yo ni me acordaba. El encuentro, por cierto, precioso; alguno lo describió así: "jornada bella y profunda, momento de unidad vivido en la luz ".
            Al día siguiente, sin más, me arrancó el coche. Pero tres días después, lo mismo: teníamos que recoger a un obispo y participar en Misa y posterior comida con sacerdotes de la archidiócesis (nos gusta ir por convivir y compartir con ellos)… ¡y no me arrancó el coche! Con paz, (aunque ya con horario justo), cogimos el de José, (su coche tiene más de 25 años) y nos transportó a todas partes y a tiempo: vivimos tranquilos un bonito día. (Por no dejar la incógnita: ya ayer vino la grúa a por mi vehículo. Y ya lo arreglaron).

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de vivir la Palabra de septiembre (“…el que beba del agua que Yo quiero darle, nunca más volverá a tener sed…”), de octubre (“en tu Palabra, echaré las redes”) y de noviembre ("…quien me ama, guardará mi palabra;… y haremos morada en él"):
1.-     “lleno de alegría por el don que Dios me concede cada día de estar con Él y de ir poco a poco
Hoy mi experiencia con la PdV de este mes es diferente; la Palabra de Dios tiene infinitas aristas y cada una de ellas te enseña tanto, solo dar gracias por enseñarme cada día, por coger mi mano y enseñarme el camino, con suavidad, con dulzura, pero también con determinación.
Como ya sabes, estoy llevando un grupo de catequesis. Esta mañana tuve una experiencia que me mostró cómo el amor recíproco debe configurarme y se lo debo al párroco, quien hoy fue el instrumento.
La semana pasada tuve la catequesis el domingo y un chico no asistió; yo esta semana no iba a poder dar la catequesis por diversas circunstancias, pero con ese chico no pude comunicar; a lo largo de la semana lo intenté, pero nada…
 Esta mañana el párroco me dio una lección de cómo hay que estar con los cinco sentidos en lo que uno hace, en hacerlo por amor; no es una actividad más: si no nace del corazón, es que uno no deja que el Señor haga morada en él.
Estuve toda la tarde meditando sobre ello, aun sintiéndome por momentos dolido por la situación; uno piensa en mismo, no en los demás:si yo hice lo que pude...; si no me contestó...; lo típico siempre: yo yo yo. Pero después me llegó, delante del Santísimo, la luz, como siempre, y entonces me llené de alegría y agradecí ese acto de amor concreto y recíproco del párroco: a quien uno quiere, debe hacerle mejorar. Qué decir: el Señor me abre cada día nuevos caminos, me enseña nuevas cosas, me cuida, cuando me refugio en sus alas me llena de paz” 

2.-        “…Hoy ha sido un día precioso lleno de oportunidades para amar y recordar que el hermano, el otro, es la ocasión que El Señor me pone para salir de mí y amar... Ha sido un día de no parar en el cole... pero gozando cada momento... cada 45 minutos corriendo de un lado a otro... (a hablarles de lo bonito que es tener amigos, que estamos hechos para relacionarnos con los demás), una gozada compartir tantos momentos con niños tan diferentes en edades y formas de ser... Cuando estaba con uno de los niños de 8 años le iba diciendo lo que tenía que hacer y le iba haciendo preguntas... de pronto me ha dicho con mucho desparpajo y asombrado:  ¡Dios... cómo me tratas!  Yo, asustada por su tono de voz, le he dicho: ¿cómo? Y me ha respondido: ¡Muy bien! Ha sido un momento bonito... Sabiendo la historia de este niño... su comportamiento inquieto... se valora más su sensibilidad de captar un trato y unas palabras de cariño.
            Cuando estaba con un peque de 3 añitos... que repite todo... de pronto, al decirle, “venga, cielo...”, él ha respondido:  CIELO... Y ha sido precioso escucharle decir esa palabra... Cómo los niños se quedan con el cariño de las palabras y los gestos de amor…

3.-     “gracias por compartir las experiencias: la primera, es cercana a la que yo vivo... ¡Vengaaa!: ¡que el cansancio no nos venza...!
         Abrazos”.
         Al día siguiente el Director de Zona se puso en contacto conmigo para decirme la decisión de que no contaban conmigo. Le pregunté los motivos o que es lo que había hecho mal durante todo el proceso. La contestación fue rotunda: "Has sido perfecto, la mejor entrevista de todas, y no puedo darte una contestación negativa porque tanto el jefe regional como yo, jefe de zona, no la tenemos, incluso consideramos que estás perfectamente cualificado para hacer el trabajo, pero quien manda no somos nosotros".
         Como te puedes imaginar, la decepción ha sido enorme, tremenda, pensaba que ya había encontrado un presente y futuro laboral: todo se ha venido al traste.
         Antes de la entrevista visité la Catedral, GRANDIOSA; bueno, en realidad buscaba la fuerza de DIOS, y te afirmo que me la dio. La tengo, y sólo pido que no me abandone en estos momentos tan duros, porque lo necesito muchísimo. Estoy seguro de que está conmigo, que al igual que se ha cerrado una puerta, hará todo lo posible para que se abra otra.
         que no estoy solo, Él está conmigo, y lo seguirá haciendo; con ello te quiero decir que mi FE es inquebrantable y que me dará las fuerzas necesarias para poder seguir por el buen camino en esta vida
 
En la revista "Ciudad Nueva" de noviembre,


4.-     "Quiero contar un hecho personal de vida que me ocurrió ayer tarde, en el que se demuestra una vez más la delicadeza con la que nos trata el Señor, para demostrarnos su Amor incondicional:
         Íbamos para el funeral de un pariente y tenía yo mis dudas si comulgar o no a causa de determinadas circunstancias y cuando entrábamos en la iglesia, (más bien pequeña y un buen rato antes de la Misa), vi al sacerdote con alba y estola sentado en el último banco, fuera del confesionario (del que yo ignoraba su emplazamiento). Nada más que esta presencia invitaba a acercarse y, en consecuencia, pude confesar y comulgar tranquilamente.
         Ojala el Señor siga manifestándose tan claramente bondadoso y guiando nuestros titubeantes pasos.
         En espera de tus siempre bien recibidos mensajes".

5.-     "son días muy duros para mí: todas las ilusiones se han ido al traste. Ayer me comunicaron que no cuentan conmigo. Explicaciones ninguna. Tuve entrevista con el máximo responsable de la red de agentes de, me anticipó el director de zona, (¡qué gran persona!), que el alto ejecutivo ya venía con una decisión tomada negativa para mi propuesta. A pesar de ello realicé la entrevista por dos razones: para dar la cara por el jefe regional, por el jefe de zona, y por mí. La entrevista fue perfecta, demostré que soy un tipo trabajador y serio. Incluso en la propia entrevista ambos me apoyaron decididamente.


tienes también experiencias preciosas de otras personas
sobre la Palabra de vida en las pág. 22-23; 25 y 18-19.



PALABRA DE VIDA – MEDIADOS OCTUBRE 2012

 Alguna de las EXPERIENCIAS de nuestro amigo sacerdote de Madrid (estas todavía de septiembre: “…el que beba del agua que yo quiero darle, nunca más volverá a tener sed, sino que esa agua se convertirá en su interior en un manantial…”):

 1.-     Tuve que llevar la comunión a casa de una persona mayor en otro pueblo. Acordándome de la Palabra (y del posible atasco de la autovía al atardecer), preferí hacerlo en mi único hueco de la mañana, inmediatamente, (la hija y el marido de esta se emocionaron por la prontitud).           Cogí, pues, el coche, fiado del GPS, aunque tarda siempre en recibir señal del satélite. Mientras me puse en camino: sólo sabía que tenía que ir por la A-6; pero luego… nada más. Parecía como si el Señor me dijera: “fíate, cuando necesites las indicaciones, el navegador conectará con el satélite; mientras, sigue por donde vas y sabes”. Apareció el cartel indicador del pueblo y… el GPS… seguía buscando satélite. De nuevo, como si el Señor me tranquilizara. Pero cuando ya quedaban sólo 300 m., desconfié: eché la mano al bolsillo para sacar el móvil y llamar a preguntar. Sin necesidad de ello, en el mismísimo instante de dar al intermitente y empezar a salir hacia la derecha, la voz metalizada del aparatito: “tome la salida”. “¡Hombre de poca fe!”, me dije. Ni un segundo antes, ¡¡pero tampoco un segundo después!! Me sentí plenamente en manos del Señor, (agua viva, y fresca); y con necesidad de aprender a interpretar mejor todo para ir “conectado” sin perder la señal… con el Espíritu Santo: “aquella voz” que resuena en nuestro interior más allá de nuestra conciencia para estar en unión con Él haciendo su Voluntad. Y para no impacientarme (¡lo que les pasó a Adán y Eva!), pero tampoco retrasarme en lo que Dios quiere.

2.-       Tenía que comer con alguien. Me acordé que la última vez que fue así, hace año y medio, él me preguntó por nuestra situación económica… y al final me dijo que iba a buscar estipendios para la celebración de intenciones en Misa (me dio una buena cantidad).           Aprovechando lo similar de la situación, me pasó por la mente tentar a insinuar durante la comida para “provocar” una posible ayuda. No sabía el modo, pero… De hecho, un par de veces me acordé… pero quizá fuera forzar la conversación.           Al día siguiente, sin haber dicho nada ni yo ni él, vino a mi encuentro con un sobre en la mano: “he pensado que os vendrían bien estos estipendios para la celebración de intenciones de Misa”. Era el día del “santo Nombre de María”: de nuevo Ella que nos cobija bajo su materno manto de amor concreto hasta en lo material. Me emocioné y en seguida llamé a los compañeros de casa para comunicarles la experiencia: sin necesidad de pedir, ni siquiera de decir, nuestro Padre está pendiente de nosotros hasta en los detalles más nimios.

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS sobre la Palabra de vida de este mes y de los anteriores:

 1.-        “…para completar el cuadro lumbar, una tortícolis... Así que estoy intentando recuperarme cuanto antes para retomar todas las actividades previstas… pero se ve que Jesús ahora mismo tiene otros planes para mí y todo sirve para ofrecerlo por... mientras sigo trabajando con paz para recuperarme. El verano ha transcurrido bien con la familia; luego, tratar de amar a todos los vecinos, ayudarnos, pues algunos son ya mayores y organizar el ir a la compra, al médico, farmacia, etc. con mi coche todos juntos. También este año en la Parroquia a la que voy ha sido algo peculiar... a distintos niveles no había la unidad que se debería dar: había muchas cabezas, pero poca armonía en el amar y ceder entre todos. También entre dos me di cuenta que había una profunda desunidad y esto se reflejaba en todos los demás. Entonces traté de amar concretamente y buscar el punto de unión, en cierto modo tapar con el amor la desunidad... Un esfuerzo de ver a todos y cada día con ojos nuevos, era una buena gimnasia para mí. Y un día me di cuenta que trataba de vivirlo con los demás, pero no aplicaba ese Amor Misericordioso conmigo: hacer con Jesús cada día el pacto de Misericordia y cada mañana verme con ojos nuevos al igual que hago con los demás…”

2.-     “Gracias, por esta Comunión de los Santos de la que nos hacéis partícipes: es una gran ayuda para no olvidarnos de lo verdaderamente importante en nuestra vida... En un Ministerio, adonde había ido para lograr documentos para un abogado y luego el …, me comentó el … que eso sólo lo ganaría el abogado que más dinero pusiese. Soy creyente y aunque sufra la injusticia, debo denunciar la falsedad y aportar la verdad, así que le contesté: “al menos sufriré con dignidad…”. Ya contaré… Mil gracias por todo.”

3.-      [desde África]    “…Dios es muy grande porque ayer los ladrones han entrado en la casa sacerdotal para robar, precisamente en primer lugar en mi habitación: era la una de la noche. Tenían armas, pero yo en aquel momento estaba en la capilla: no me han encontrado, pero me robaron todas las cosas (ordenador, cámara, teléfono, ropas y zapatos, y el dinero de los alumnos de nuestra escuela). Ahora estoy como JOB, ahora no tengo nada para vestirme, nada para pagar el teléfono y todo el dinero a devolver a los alumnos: “el Señor me lo dio, el Señor me lo quitó; ¡que el nombre del Señor sea bendito!”. Por tanto, doy gracias al Señor porque ha salvado mi vida.          Gracias por todo y rezad por mí para que pueda salir en esta situación…”

Y un texto que nos recuerde el Plan Pastoral de este curso “Celebremos con gozo la Palabra de Dios”:

 “…dejarnos cautivar de nuevo por este don de amor [la Eucaristía] y dejar que nuestros corazones se muevan en amor a Él, que nos ha pedido que seamos perfectos en el amor y seamos santos (1 Tes 4,3). Que nos esmeremos por alcanzar la santidad, no como un logro personal, sino como una contribución para construir una fraternidad universal en el mundo. Nuestra comunión está al servicio de una solidaridad universal. Damos la palabra final en este documento a una joven mujer recientemente beatificada, “Luce” Badano, cuyo amor por la Eucaristía la fortaleció para vivir para los demás incluso cuando decaía su salud en circunstancias dolorosas. La Eucaristía le trajo vida, luz y amor hasta el punto de que sus últimas palabras a su madre pudieron ser “sé feliz porque yo lo soy”. Es la felicidad de la comunión con Cristo y entre nosotros.” COMITÉ PONTIFICIO PARA LOS CONGRESOS EUCARÍSTICOS INTERNACIONALES, La Eucaristía: Comunión con Cristo y entre nosotros. Reflexiones teológicas y pastorales para preparar el 50° Congreso Eucarístico Internacional de Dublín (10 – 17 de junio de 2012)  


PALABRA DE VIDA JUNIOR


 PALABRA DE VIDA – INICIO OCTUBRE 2012 

Alguna de las EXPERIENCIAS de nuestro amigo sacerdote de Madrid durante estas semanas viviendo la Palabra de septiembre (“…el que beba del agua que yo quiero darle, nunca más volverá a tener sed, sino que esa agua se convertirá en su interior en un manantial…”): 


1.-        El otro día me llamó un amigo que estaba de viaje en el extranjero y otro me mandó un correo. La verdad es que para los favores que pedían yo no podía hacer nada y ni siquiera sabía cómo gestionar esos asuntos. Pensando en el “agua viva” de la PdV  y que seguro representaría frescor en sus respectivas situaciones dificultosas, aunque no tenía tiempo, me paré a pensar, pedí consejos y ayudas… Al final, una cosa quedó solucionada en unas horas; al otro le aporté varias ideas… alguna de las cuales me ha implicado más tiempo… y sigo sacando ratos para intentarlo… Pero ciertamente ambas cosas me hacen concluir y experimentar que es verdad, (como dice el comentario de la PdV): “cada gesto de amor por nuestro prójimo es un sorbo de esa agua”.   

2.-        Un amigo me “dijo unas cuantas cosas” y, además, gritándome. Me vino la tentación de responder también con cosas que él hacía, pero pensé que eso no era “agua viva”; la verdad es que me mordí (y fuerte) los labios por dentro, porque se me había “encendido la sangre”. Me di cuenta que amar significaba escuchar. Había cosas que me recriminaba en las que llevaba parte de razón. Esa media hora escuchándole me sirvió para aprender, para tener paciencia y para tratar de corregirme en esas cosas que (por mi falta de tiempo) debería tener más en cuenta. Él se quedó feliz de poder desahogarse (hay que ponerse en su lugar: a veces lo pasa mal). Me quedé, pues, contento al final: por él y por mí.   

3.-        En el tren, presenté entre ellas a 2 que yo ya conocía. Cuando bajé con una de ellas (la conozco hace muchísimos años) me agradeció por presentarle a una persona tan maja y tan educada, pero añadió: “lástima que a veces emplee palabras que no pegan con una chica tan mona; a lo mejor, como es extranjera, ni siquiera se percata; alguien que tuviera confianza debiera comentárselo”. En principio, ni “me apliqué el cuento”: la conozco sólo de 4 viajes en el tren. Pensando luego que la perfección del otro también me debe importar y es una forma de amar, me propuse estar atento por si alguna vez me surgía la oportunidad, aunque tampoco sabría yo de qué manera enfocarlo ni cómo se lo tomaría.             Me la encontré una semana después. Tras un rato de charla, me acordé. Quizá el mejor modo sería contar todo como una experiencia tal cual me sucedió: “¿sabes?, al bajar del tren el otro día, esta que te presenté estaba muy contenta de haberte conocido y haber charlado los tres, estaba encantada contigo y me dijo…” Al final, no sólo no se lo tomó a mal, sino que me lo agradeció.     

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS sobre la Palabra de vida de este mes y de los meses de verano (perdonad por no ponerlas todas, aunque eran igualmente vivas y bonitas): 

1.-        “…para terminar, una experiencia de antes de ayer: acababa de releer la PdV de este mes. Rezo y le pido al Señor vivirla. Acto seguido, me encuentro como llevado por una corriente, -esa corriente de agua viva-, amando a los que venían a Cáritas, amando a los que vinieron a un funeral muy multitudinario, llamando por teléfono a varios para establecer unidad, amando a todos. Fue como muy novedoso: la Palabra de Dios siempre lo es...”   

2.-        “…este  fin de semana, después del verano… bebiendo del agua del Señor, agua viva, he podido dar a mis hermanos/as mi amor, mi afecto, acercándome a ellos más, sentándome con ellos, hablándoles del verano y compartiendo sus risas, tristezas y anhelos. Uno descubre de un modo auténtico, (nada de cosas etéreas), cómo el encuentro con la Fuente de agua viva es fundamental para que sea yo mismo, para darme a mis hermanos/as sin medida, como decía San Agustín…”   

3.-        “…comparto una experiencia de hoy: en la oración me salía mucho la voluntad de Dios en el momento presente, (una vez más, pero con fuerza inusitada). Luego he ido al médico, había mucho tráfico, pero he dicho "momento presente", me he relajado y, aunque he llegado tarde, no me habían nombrado (y al poco de ir al servicio nada más llegar, me han llamado). Luego, a comprarme ropa de invierno: no había sitio, así que, poniendo mi confianza en Dios, he aparcado en “sólo carga y descarga”; he llegado cuando estaba la señorita de las multas con mi coche: le he pedido perdón, ¡y me ha perdonado la multa! Y por último volvía y estaba para llover; he dicho "Señor, tengo la colada tendida, pero si es tu voluntad que la vuelva a hacer, sea"; y llegué a casa, la recogí, e inmediatamente comenzó a llover un poco…”   

4.-        "…muchas gracias por la tan esperada "Palabra de Vida". Esta mitad de mes, la esperaba con ganas… Se retrasó unos días... pero por fin la leí... y esa lectura, como siempre, me ayuda, me ayudan las experiencias de la gente, que me hace pensar que la vida no nos va tan mal como yo creo, sino que soy una privilegiada.          Estos días he estado leyendo un libro de Ejercicios Espirituales… y, la verdad, me ha servido de mucho. Creo que me ha enseñado un poco a orar, a rezar a mi PADRE, con mayúsculas... Desde entonces he cambiado un poco mi oración: ya no es pedir con insistencia, porque no tengo que pedir con ojos de aquí... He aprendido a que se haga su voluntad, a pedirle, no a un Señor (que es mi Señor, ¡claro!), sino a mi PADRE... Me ha gustado mucho... ahora le digo: "Padre, abrázame, quiéreme, escúchame... tú sabes cuáles son mis debilidades, perdóname, y también conoces mis necesidades, ayúdame...." La verdad, me siento bien.          He de decirte que mi marido también se ha quedado en paro... es un quebradero de cabeza, pero intento ver lo bueno de la vida, la salud, la unidad familiar…"   

5.-        “… misión en Perú durante un mes… con 11 compañeros del curso… y allí te ves muy poca cosa, muy inútil para dar a conocer a Jesucristo. Somos instrumentos útiles que El Señor ha elegido, pero somos prescindibles… …a una mujer evangélica que no nos recibía en su casa, pues estaba ocupada y miraba al suelo con cara larga, como queriendo evitarnos, yo no sabía qué decirle y sólo pude felicitarla por el "césped" tan bien cuidado que tenía ante la puerta de su casa, (en realidad 1 m2). Bueno, pues fue lo único que la hizo sonreír ante nuestra molesta presencia... El último día, la Misa era especial: tres parejas se casaban (una de 70 años), tuvimos que bailar todos un vals en el festejo con la recién casada. Hay que  sembrar mucho con la mirada y la sonrisa, y ponerlo todo en las manos del Señor, que es el que manda y el que nos envía, tanto si obtenemos triunfos como si todo parece un desastre, cosa muy habitual…”   

6.-        “…¡¡Expulsé la piedra!! Todo esto lo he vivido muy unida a Él. Ahora que ya me han quitado el catéter, te confieso que ha sido muy, muy molesto. El otro día me llamó una amiga y me dijo que era una "machota". Casualmente conoció a una persona que lo tuvo unos días y hablaba de ello como insoportable; cuando le dijo que tenía una amiga que llevaba mes y medio con el catéter puesto, dijo: "¡pobrecilla!". Cuando las cosas se viven con Él y le "regalas" el malestar... ¡es más llevadero! Yo se lo cuento todo a Él. Ayer, por ejemplo, cuando me llamaron estaba algo nerviosa: de nuevo al quirófano. Me llevaron a un cuarto para que me cambiara. Allí, sola, pensaba que estaba conmigo Él y le decía que estaba yo algo nerviosilla. Fui al quirófano y eran todos tan encantadores, que sentía que Él estaba allí, "controlando"... Cuando la doctora dijo "¡¡ya está!!..." no te imaginas qué alegría. Estaba muy contenta y di las gracias a todos...”   

7.-        “…este mes está siendo muy difícil para mí: estoy saturada y muy cansada del trabajo, yo “pararé” entre comillas en Diciembre, cuando vaya a mi país… Acá, haciendo vida la palabra, compartiendo la Luz y el Amor desde donde estoy con los hermanos que la vida me pone; ahora por ejemplo alguien de mi país, que estará paseando por aquí. Y con eso se llenan los días, con menos descanso, pero con la alegría de compartir lo que tengo…”   

8.-        “…gracias, una vez más, por los reconfortantes mensajes Llevo viviendo unos días con un regalo muy especial: una hija me dejó el libro sobre la Madre Teresa "Donde hay amor, está Dios". Si no lo conoces, te lo recomiendo; no se puede leer de un tirón: te obliga a pasar y meditar…”   

9.-      “…Me ha gustado mucho el texto que nos has enviado: PONED EN PRACTICA LA PALABRA Y NO OS CONTENTEIS CON OIRLA;  cierto que muchas veces nos llamamos cristianos sólo de "boquilla", y nos falta el amor en nuestras obras, porque nuestro corazón está seco en amor y rico en egoísmo. Esperemos a JESÚS y nos transforme por dentro gracias a su infinita MISERICORDIA…”   

10.-      "…poco a poco sigo con la Biblia. He estado hojeando aquellos libros que me resultaban más desconocidos: Eclesiástico, Carta de Santiago… Voy subrayando frases y después las copio para releerlas de vez en cuando y así poder pensar en ellas. “Que no te llamen chismoso”, “Hijo, haz tus obras con dulzura”, “lucha hasta la muerte por la verdad”, “Hijo, que tus actividades no sean sobre muchas cosas”… Las copiaba y pensaba: "Es curioso: palabras dichas hace tantísimo tiempo y, sin embargo, son válidas para mi vida diaria". Curioso me resultaba la forma en las que están expresadas. No son de un lenguaje antiguo que no se entienda. Es un lenguaje sencillo, directo, nada rebuscado. Palabras en las que se intuye el cariño del Padre hacia el hijo. Las copiaba y pensaba en las personas que las escribieron. Nada sé de ellas: ni su físico, ni su profesión, ni su vida privada, ni…. Me pregunto de dónde vendrá la obsesión que tenemos ahora por la imagen, por el cotilleo, por… Si de los de antaño nada sabemos y tanto nos han ayudado siglos después… ¿no podríamos tomar ejemplo? Una frase he leído en el Eclesiástico que me ha encantado: "El resumen del discurso es: Él lo es todo"”                 

                                                        PALABRA DE VIDA – OCTUBRE 2012  

 “Por tu palabra, echaré las redes” (Lc 5, 5)   Apenas Jesús acabó de enseñar, sentado en la barca de Simón, le dijo a él y a sus compañeros que echaran las redes al mar; y Simón, a pesar de afirmar que habían estado bregando en vano toda la noche, añadió: “Puesto que Tú lo dices, echaré las redes”. Y echándolas, se llenaron de tantos peces que se rompían. Entonces, vinieron otros compañeros a ayudarle y también ellos llenaron las barcas, hasta tal punto que casi se hundían. Simón, muy sorprendido, como lo estaban Santiago y Juan, sus compañeros, se lanzó entonces a los pies de Jesús, pidiéndole que se alejara de él, que era un pecador. Pero Jesús le dijo que no temiera: desde aquel momento sería pescador de hombres. Y desde aquel instante, Simón, Santiago y Juan se convirtieron en sus discípulos. Este es el relato de la pesca milagrosa, que simboliza la futura misión de los apóstoles. El comportamiento de Pedro sirve de modelo no sólo para los otros apóstoles y para quienes les sucederán, sino también para cada cristiano.   “Por tu palabra, echaré las redes”.   Después de una noche infructuosa, Pedro, experto en la pesca, habría podido sonreírse y negarse a aceptar la invitación de Jesús a echar las redes de día, momento menos propicio. En cambio, más allá de su razonamiento, se fió de Jesús. Esta es una situación típica por la cual, hoy también, está llamado a pasar todo creyente, precisamente porque es creyente. De hecho su fe se pone a prueba de mil maneras. Seguir a Cristo significa decisión, compromiso y perseverancia, mientras que en este mundo en el que vivimos todo parece invitar a la relajación, a la mediocridad, al “dejar pasar”. La tarea parece demasiado grande, imposible de alcanzar y fracasada anticipadamente. Se necesita entonces fuerza para ir adelante, para resistir al ambiente, al contexto social, a los amigos, a los medios de comunicación. Es una prueba dura de combatir día tras día, o mejor, hora tras hora. Pero si la afrontamos y la aceptamos, servirá para hacernos madurar como cristianos, para hacernos experimentar que las extraordinarias palabras de Jesús son verdaderas, que sus promesas se cumplen, que se puede emprender en la vida una aventura divina mil veces más fascinante que cuantas podamos imaginar, en la que podemos ser testigos, por ejemplo, de que mientras en el mundo a menudo la vida es tan desganada, monótona e infructuosa, Dios colma de bienes a quien le sigue: da el céntuplo en esta vida, además de la vida eterna. Esta es la pesca milagrosa que se renueva.   “Por tu palabra, echaré las redes”.   ¿Cómo poner en práctica entonces esta Palabra? Haciendo nosotros también la misma elección que Pedro: “Puesto que Tú lo dices…”. Tener confianza en su Palabra; no poner en duda lo que Él pide. Más aún: apoyar nuestro comportamiento, nuestra actividad, nuestra vida en su Palabra. Así basaremos nuestra existencia en lo más sólido y seguro que hay, y contemplaremos con asombro que, precisamente allí donde cualquier recurso humano mengua, Él interviene, y que allí donde es humanamente imposible, nace la vida.   Chiara Lubich