Hoy ofrecemos en esta página de Pobo de Deus algunos párrafos del Mensaje final del III ForunCatólico-Ortodoxo, celebrado en Lisboa del 5 al 8 del pasado mes de junio y que ha tenido como tema "La crisis económica y la pobreza. Desafíos para la Europa de hoy".
"Europa atraviesa hoy una crisis muy grave. Muchos europeos sufren directamente las consecuencias de esta crisis, especialmente el paro y la ausencia de perspectivas y de esperanza. Nuestras iglesias acogen y permanecen atentas a estos sufruminetos y preocupaciones. Debemos seguir confiando en la providencia divina y en nuestra capacidad de corregir los errores del pasado, y debemos también trazar las líneas de un futuro de justicia y de paz".
UNA CRISIS QUE NO ES SOLAMENTE ECONÓMICA
"Las Iglesias reconocen que la crisis que atravesamos no es solamente económica. Es también una crisis moral y cultural, y mas profundamente, una crisis antropológica y espiritual.
Si hemos llegado hasta aquí es porque las finanzas se han separado de la economía real y porque la economía se ha separado del control de la voluntad política, la cual se ha separdo a su vez de la ética. Teniendo en cuenta nuestra experiencia de la presencia de Cristo vivo en la Iglesia, nosotros creemos que através del retorno a Cristo, en la disponibilidad al Espíritu y a la fe cristiana, los hombres de hoy encontrarán una respuesta a sus aspiraciones más profundas".
"La sociedad debe ser organizada de tal modo que esté siempre al servicio del hombre y no al revés. El hombre es un ser social por naturaleza que se realiza en primer lugar en la familia. Rechazamos el individualismo que aísla a las personas, unas en relación con otras. Cada persona es un fin en sí misma, abierta al amor infinito de Dios, y nunca debe ser tratada como un objeto manipulable sujeta a los intereses de los más poderosos. Por su parte, los cristianos están dispuestos a colaborar con todos los hombres de buena voluntad de cara a una sociedad más justa y más humana.
UN NUEVO ESTILO DE VIDA
"Si los europeos quieren salir de la crisis -en solidaridad con el resto de la humanidad- deben comprender que es necesario cambiar el estilo de vida. Para el creyente se trata de renovar una relación personal con el Dios trinitario que es comunión de amor, relación que va más allá de una simple doctrina o de un planteamiento ético. La crisis puede ser ocasión de una toma de conciencia saludable. Los europeos deben dar sentido a la acitvidad económica partiendo de una visión integral y no parcial de la persona humana y de su dignidad".
"En este cambio necesario, una de las prioridades debe ser el trabajo. Es conveniente privilegiar las actividades que generan empleo. Cada persona debe vivir dignamente y desarrollarse gracias a su trabajo, y poder hacerse solidaria con los demás. Todas las formas de corrupción y explotación han de ser eliminadas".
"El mercado no debe ser una fuerza anónima y ciega. Es el lugar en el que se intercambian bienes y servicios útiles para el desarrollo material, social y espiritual de las personas. El mercado pide ser regulado en función del desarrollo integral de la persona".
"Ya no es posible seguir derrochando los recursos de la creación, contaminando el medio ambiente en el que vivimos, como lo hacemos ahora. La vocación del hombre es la de ser guardián de la creación no su depredador. Tenemos que hacernos conscientes hay de la deuda que tenemos con las generaciones futuras a las que no podemos entregar un medio ambiente degradado e inhabitable".
