El Bautismo, Sacramento básico de la Iglesia

Sí, por el Bautismo el hombre se incorpora a Cristo, nace como hijo de Dios, participa de la vida divina y entra a formar parte de la Iglesia, Pueblo de Dios, compartiendo con los demás bautizados la misión de Cristo.

De ley ordinaria toda persona nace, crece y madura junto a otras, en un ambito comunitario. Para el bautizado es la Iglesia su nueva familia en la que nace, crece y madura como cristiano.

Este sentido de pertenencia a la comunidad creyente lo significa la Iglesia de varias maneras. Una de ellas es la misma celebración del Bautismo, al instar para que se administre, si es posible, colectivamente y con la asistencia de fieles. Por consiguiente es contrario a esto el deseo de algunos padres -mal formados, sin duda- que piden expresamente que el bautismo de su hijo sea solo, no con otros niños. Todo por ser los protagonistas exclusivos de la celebración. Con ello se instrumentaliza el sacramento para algo tan opuesto al sentir evangélico.

UNA BUENA PREAPARACIÓN

La importancia, pues, del Bautismo está exigiendo que los padres y padrinos se preparen bien para asumir la responsabilidad de educar cristianamente al niño bautizado. La parroquia les ayudará, sin duda, a conocer bien el sentido del Bautismo y sus exigencias, y les brindará los oportunos servicios catequéticos de cara a la educación cristiana del hijo.

"Por el Bautismo nacemos como hijos de Dios, participamos de su vida divina y entramos a formar parte de la Iglesia"


TIEMPO Y LUGAR EL BAUTISMO

Se recomienda bautizar en las primeras semanas después del nacimiento, siempre que los padres estén suficientemente preparados para procesar la fe y se comprometan a educar cristianamente al hijo.

Como fechas bautismales más propias debemos destacar la gran Vigilia Pascual y todo el tiempo de Pascua, la fiesta del Bautismo del Señor, los domingos y los sábados por la tarde (como anticipación del domingo). En cambio no se debe bautizar durante la Cuaresma, excepto en casos de necesidad, por considerarse un tiempo de preaparación al tiempo bautismal por excelencia, que es la Pascua.

En cuanto al lugar del Bautismo lo normal es que sea en la parroquia donde residen los padres. Fuera de los casos urgentes, no se bautice en las casas particulares ni en los hospitales o clínicas.

LOS PADRINOS DEL BAUTISMO

Finalmente, en lo tocante a los padrinos, la Iglesia quiere que se tome en serio su elección. Que sean personas capaces de influir eficazmente en la educación cristiana de sus ahijados.

Es costumbre entre nosostros que en el Bautismo haya padrino y madrina. Sin embargo basta uno solo, padrino o madrina. Eso sí, los padrinos deben ser católicos y estar confirmados, llevar una vida acorde con la fe y haber cumplido los 16 años de edad.