¿QUÉ ES EL ADVIENTO?

    De todos es sabido que el Año litúrgico se desarrolla fundamentalmente en dos ciclos: el de PACUA y el de NAVIDAD.
Ambos ciclos tienen un tiempo de preparación y un tiempo de celebración. En el ciclo de PASCUA la preparación recibe el nombre de Cuaresma y la celebración cincuentena pascual. En el
ciclo de NAVIDAD la preparación se llama Adviento y la celebración Navidad-Epifanía. Siempre en el tiempo preparativo el color predominante es el morado y el celebrativo el blanco.

   El Adviento (etimológicamente Adventus= venida) es tiempo que prepara la Solemnidad de Navidad, en la que se celebra la primera venida del Hijo de Dios a los hombres, y al mismo tiempo, por medio de este recuerdo, se nos orienta a la espera de la segunda venida de Cristo al final de los tiempos. Esta segunda venida del Señor (llamada parusía) es recordada, sobre todo, en los primeros días del adviento, mientras que el recuerdo de la venida histórica, sucedida en el pasado, tiene lugar del 17 al 24 de Diciembre. El Adviento es un tiempo de piadosa y alegre expectación.

                    Durante el Adviento se empleará el órgano y los otros instrumentos musicales y también se adornara el altar con flores, con la moderación que conviene a la índole de este tiempo, sin adelantarse a la plena alegría de la Navidad del Señor.

    El domingo 2º de Adviento (Gaudete) puede usarse el color rosado.
                             UN TIEMPO MARIANO

   Durante el tiempo de Adviento, la liturgia celebra con frecuencia y de modo ejemplar a la Virgen María. Fue el Papa Pablo VI el que en su carta "Marialis Cultus") nos recordó que la presencia de María es algo propio de este tiempo. En efecto, las lecturas bíblicas y las oraciones hacen referencia a la Madre del Señor. Es, pues, un tiempo mariano por excelencia y así debe orientar la piedad de los fieles. La novena de la Inmaculada y la solemnidad del 8 de Diciembre tiene su mejor acomodo en los días de Adviento. No hay duda de que el contenido de la solemnidad de la Inmaculada en cuanto preparación al Nacimiento de Jesús se armoniza bien con algunos temas principales del Adviento y nos remite a la espera mesiánica y recuerda a los Profetas que personalizan las espera del Señor especialmente Isaías y Juan Bautista que disponen la venida del Señor.
                    LA CORONA DE ADVIENTO

        La corona de Adviento es un signo de la expresa la alegría del tiempo de preparación a la Navidad. La luz indica el camino, aleja el miedo y favorece la comunión. La luz es un símbolo de Jesucristo, luz del mundo. El encender, semana tras semana, los cuatro cirios de la corona, muestra la ascensión gradual hacia la plenitud de la luz de Navidad. El color verde de la corona significa la vida y la esperanza.
                                    La corona de Adviento es, pues, un símbolo de la esperanza de que la luz y la vida triunfarán sobre las tinieblas y la muerte. Porque el Hijo de Dios se ha hecho hombre por nosotros, y con su muerte nos ha dado la verdadera vida.