CRISTO PRESENTE EN LA EUCARISTÍA

                                                             
                   Una de las celebraciones mas destacadas del Año Cristiano es la solemnidad del Corpus Christi. Este día celebramos con inmenso gozo la presencia real de Jesucristo en el Sacramento de la Eucaristía.
                         Hace más de dos mil años, muchos hombres y mujeres tuvieron la suerte de conocer a Jesucristo en su vida sobre la tierra, verle con sus ojos y escuchar su voz. Pero Jesucristo murió a los 33 años y, como aunque es cierto que resucitó gloriosamente al tercer día y vive, hoy no podemos verlo aquí en la tierra es su figura natural. Sin embrago nos fiamos de su palabra sabia y poderosa: "Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28,20)

   La verdad es que verle con los ojos o escuchar con nuestros oídos su voz, no es lo más importante. Lo importante  es saber que Él vive y está presente entre nosotros.

                                     VARIAS FORMAS DE PRESENCIA

   La fe cristiana nos recuerda varias formas de presencia del Señor entre nosotros.

1.- Está presente en la asamblea de cristianos que se reúnen para celebrar juntos su fe. Él ha dicho expresamente que donde dos o más estén reunidos en su nombre, allí estará  Él en medio de ellos. Sí, cada vez que oramos juntos o juntos escuchamos  y meditamos las verdades de nuestra fe, allí está presente el Señor.

2.- Está presente en cada celebración sacramental. Así, cuando - por ejemplo- en el sacramento de la Penitencia el sacerdote nos absuelve de los pecados confesados, quien propiamente nos absuelve o perdona es Jesucristo a través de la persona y palabras del sacerdote. Son distintas formas de presencia de Jesucristo entre nosotros.

3.- Pero en la fiesta del Corpus, celebramos solemnemente  una forma extraordinaria de presencia del Señor bajo las especies del pan y del vino en la Eucaristía.

   "Esto es mi cuerpo", "Este es le cáliz de mi sangre", son palabras de Jesús en la Última Cena, la víspera de su Pasión y Muerte en la Cruz. Fue entonces precisamente cuando instituyó el gran sacramento de la Eucaristía. Y lo que Jesús hizo aquella memorable noche, mandó que se repitiera dentro de la Iglesia a través de los tiempos. Para ello instituyó también el ministerio sacerdotal.

   La fiesta del Corpus es como un homenaje público que los cristianos tributamos  a Cristo, nuestro Redentor, realmente presente en la Eucaristía. Tal día como hoy recorríamos, entre cantos de júbilo y alabanza, las principales calles y caminos de nuestras parroquias con el Señor en la Custodia, adorándolo y agradeciéndole tanta cercanía a nuestras vidas.

                              HOY ES TAMBIÉN EL DÍA DE LA CARIDAD

   Sí, hoy la Iglesia nos recuerda también algo muy importante: que a Cristo no sólo lo tenemos presente en el sacramento de la Eucaristía; le tenemos presente también en aquellos que necesitan de nuestra ayuda humana. son suyas estas palabras: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mi me lo Hicisteis" (Mt 25,40). Por eso la Iglesia también celebra en el día de Corpus la jornada de la Caridad. Dos realidades muy relacionadas entre sí: El amor a Jesucristo en la Eucaristía no puede separarse del amor al hermano necesitado. Todos los días del año deben ser para el cristiano día de la Caridad, días del amor a Dios y días del amor al prójimo. Y ¿ qué mejor día que éste del Corpus para proponernos vivir intensamente esta verdad central del Evangelio? Adoremos, pues, a Jesucristo nuestro Redentor, presente en la hostia blanca de la Eucaristía y presente también en los hermanos que necesitan de nuestra ayuda.