IMPORTANCIA DE UNA BUENA FORMACIÓN

         No es la primera vez que tratamos aquí este tema, pero vale la pena insistir.
    Hoy tenemos unos medios de comunicación muy poderosos, a través de los cuales se informa de todo. Información que está también al alcance de todos, mayores y niños. Así, por ejemplo es típica la propaganda comercial de las diferentes empresas a través de estos medios, invitando continuamente a los ciudadanos a comprar y consumir sus productos.
    Es cierto que también se emiten algunos programas de tipo formativo y religioso, pero son pocos.

             IMPORTANTE LA INFORMACIÓN, PERO MÁS LA FORMACIÓN
              La información tiene, sin duda, una gran importancia, pero creemos que es todavía mayor la importancia de una buena formación.
                         En la formación lo que se busca es capacitar al individuo para saber situarse de forma correcta ante la ingente cantidad de hechos de todo tipo que la vida nos presenta y de noticias que los medios de comunicación nos ofrecen. Saber distinguir lo bueno de lo malo, lo que enriquece cultural y moralmente a la persona, y lo que más bien la degrada. Y, por consiguiente, saber optar en la vida por lo mejor.
               Cuando hace varios años, se quiso atajar una enfermedad como el SIDA y frenar el aluvión de embarazos no deseados, fuera del matrimonio, ante el escandaloso aumento de relaciones sexuales entre adolescentes y jóvenes, no se encontró mejor solución que una amplia información sobre el uso del preservativo. Y ¿cuál fue la consecuencia? Que, de forma indirecta se invitó a los jóvenes a tener relaciones sexuales sin miedo al embarazo porque había medios eficaces para evitarlo. Y, de hecho, se produjo un notable aumento de las violaciones y abusos sexuales.

                    El instinto sexual es un impulso ciego que fácilmente se desboca si no hay una adecuada formación de la mente y la voluntad que lo controle.
                     Presentar la sexualidad como un simple objeto de consumo sería un gravísimo atentado a la dignidad de la persona humana. Separarla del amor y del matrimonio sería inducir al vicio de la prostitución. Por eso la formación es una necesidad vital para la persona, pues la capacita para hacer frente a la vida y tomar decisiones responsables. La formación desarrolla su sentido crítico por el que sabrá distinguir lo bueno y aconsejable de lo que es malo y rechazable. En fin, la formación enriquece a la persona con una serie de valores morales que la habilitan para una convivencia en armonía dentro de la sociedad humana.

                    IMPORTANCIA DE LOS ACOMPAÑANTES
        Nunca olvidemos que los adolescentes y jóvenes son, ante todo, personas humanas, y como tales deben ser tratados siempre; pero sin olvidar que también ellos deben aprender a comportarse tal como su dignidad de personas exige. Ahora, en este aprendizaje no pueden estar solos, necesitan buenos orientadores que les acompañen.
                                               Aquí juegan un papel muy importante los padres, primeros responsables de la educación de sus hijos. Educación que deben transmitir con la palabra pero, sobre todo, con el ejemplo de sus vidas.
                                También juegan un papel importante los profesores de los centros de enseñanza. Su papel no debe reducirse a la simple transmisión de conocimientos, deben colaborar también en la formación integral del alumno, en su formación humana y moral.
               Y no olvidemos nunca la gran labor de la catequesis cristiana, impartida en las parroquias y en otros centros de la Iglesia. En ella, se transmite la fe y se educa en los grandes valores del Evangelio de Jesús.