Reproducimos hoynennesta primera pagina de Pobo de DEUS un sencillo articulo sobre el Año de la Fe publicado en el Boletín Diocesano numero 40 de la Adoración Nocturna. Su autor es el Sacerdote D. Manuel J. formoso.
Cuando el Papa Benedicto XVI convocaba a toda la Iglesia Universal a "un Año de lamFE", no lo hacia para que descubriéramos algún punto "oscuro" de nuestro Credo; sino que deseaba que este Año suscitase " en todo creyente la aspiración a confesar la fe con plenitud y renovada convicción, con confianza y esperanza. Redescubrir los contenidos de la fe profesada, celebrada, vivida y rezada, y reflexionar sobre el mismo acto con el que se cree, es un compromiso que todo creyente debe hacer propio" (Porta fidei, 9).
HUIR DE UNA FE DEBILITADA Y DORMIDA
Así que el Papa nos invitaba a darnos cuenta que actuamos muchas veces con una rutina de cristianos viejos; que parece que ya lo sabemos todo en el escenario de la fe; que ya no nos sorprende nada en lo que se refiere a Dios. El Papa sabia bien que aquel que se encuentra en estas situaciones tiene una fe debilitada o dormida;una fe que no le ayuda a afrontar la vida desde una perspectiva creyente; por eso muchas veces los cristianos no somos creíbles, no somos testigos.
El deseo de Dios, grabado en el corazón de toda persona, es un impulso que nos lleva a intentar conocer mas y mejor a Dios. Empezamos el Credo diciendo "Creo en Dios". Esta es la primera y mas fundamental afirmación de nuestra Fe, y podíamos decir: y también de nuestra vida. Creer significa aceptar y reconocer como verdadero y como real el contenido de aquello que se me dice, de las palabras del otro y de su autoridad en orden a expresar la verdad.
ENCONTRARNOS NUEVAMENTE CON JESUCRISTO,
LA PALABRA DE DIOS
Los cristianos creemos en Jesucristo, vivimos con El un encuentro, personal y comunitario. Este Año de la Fe quiere despertar en nosotros la capacidad de encontrarnos nuevamente con Jesucristo,Palabra de Dios, volver a sentir en el corazón la presencia de Dios que nos acompaña; heder realidad en mi vida la exigencia del amor a los demás, tal como nos enseño Jesucristo. Por eso en este Año, deberíamos comprometernos a "estudiar" el Credo, a rezar con el Credo, a vivir el Credo
La formación cristiana de adultos, el vivir plenamente la Liturgia, la lectura de la Palabra de Dios, la oración, son medios, como nos dice nuestro Arzobispo en su Carta Pastoral en el Añomde la Fe, para fortalecer la Fe. Como nos pide el Apóstol Pedro, tenemos que dar razón de nuestra esperanza a aquellos que nos la piden, de ahí la necesidad que tenemos todos de volver a repasar este año nuestro conocer, nuestro saber cosas de Dios.
Benedicto XVI nos animaba a confesar la belleza de seguir a Cristo, como lo han hecho tantos hombres y mujeres a lo largo de los siglos, a dar testimonio de la fe donde se les llame: familia, profesión, vida publica. Nosotros somos los continuadores de esa cadena, un eslabón mas, que debe dar paso a otras generaciones que crecerán gracias a la fe que esta sembrada en nuestro corazón y que intentaremos traspasársela a ellos. Seamos testimonios creíbles de Dios.