LA MISIÓN DE EVANGELIZAR





Evangelizar es difundir el Evangelio de Jesús. Una tarea que Él encomendó expresamente a sus discípulos: "Id al mundo entero y predicaz el Evangelio..." Una tarea, propia de cuantos componemos la Iglesia. Ahora, la Iglesia no la componen sólo los obispos y sacerdotes, también los laicos son miembros de la Iglesia y son, además, la porción mas numerosa de la misma. Es verdad que a los obispos y sacerdotes incumbe especialmente esta tarea, pero no es eclusivamente suya. Todos, al ser bautizados e incorporarnos así a la Iglesia, participamos en la misión de evangelizar que ella recibió. Nos lo recuerda el Concilio Vaticano II con estas palabras: "Sobre todos los discípulos de Jesús pesa la obligación de propagar la fe según su propia condición de vida" (LG.17).


LA EDUCACIÓN CRISTIANA EN LA FAMILIA

Así, los padres en la familia han de ser para sus hijos los primeros predicadores de la fe tanto con su palabra como con su ejemplo. Bién estará recordar que cuando piden el Bautismo para su hijo, en la misma celebración del sacramento el celebrante, al entregarles la luz del Cirio Pascual, les recuerda: "A vosotros, padres y padrinos, se os confía acrecentar esta luz. Que vuestro hijo, iluminado por Cristo, camine siempre como hijo de la luz".Y, por último, en la bendición de despedida se les recuerda que deben ser "los primeros que de palabra y obra den testimonio de la fe ante su hijo, en Jesucristo Nuestro Señor".

Sí, en la vida familiar la educación en la fe se realiza, sobre todo, con el testimonio de vida cristiana de los padres. Que los niños vean en sus padres una vida honrada, sincera, amante de la justicia, respetuosa con la opinión ajena, que fomenta el diálogo amistoso y tiene muy presente los criterios evangelicos del amor fraterno y del perdón cristiano.


LA ESCUELA Y LA PARROQUIA

Otros ámbitos en los que se difunde el Evangelio son la escuela cristiana y la parroquia. Un cristiano va madurando en la vida de fe según se va imcorporando de un modo consciente a la vida concreta del Pueblo de Dios; y en ello juegan un papel importante la escuela católica y, sobre todo, la parroquia.

Refiriéndonos a la parroquia, diremos que a ella le corresponde como labor primordial el ir creando auténticas comunidades cristianas mediante una catequesis bien cuidada de niños, jóvenes y adultos. "La parroquia ha de estar en contacto estrecho y en actitud de servicio con los padres y con los maestros, sobre todo cuando se ha de realizar la catequesis de la iniciación a la vida, la Primera Comunión, la Confirmación, la entrada en el mundo de los adultos, etc."

La parroquia concretamente ha de aprovechar para hacer un buen anuncio del Evangelio en las celebraciones funerarias, cuando son muchos los feligreses de todo tipo -con abundante o con escasa práctica religiosa- que acuden a ellas.

Anunciar el Evangelio o evangelizar ¡que hermosa tarea en la que estamos comprometidos todos los cristianos! Anunciar el Evangelion con la palabra y, sobre todo, con la vida. No permanezcamos mudos.