DÍA DE LA IGLESIA DIOCESANA


Todos los años en el mes de noviembre, celebramos el día de la Iglesia Diocesana. Se trata de una jornada dedicada a conocer mejor nuestra propia Diócesis, a orar por ella y a ayudarla en sus necesidades.
CREO EN LA IGLESIA, QUE ES UNA, SANTA, CATÓLICA...
Una frase que, a veces, escuchamos en la calle es ésta: "Yo creo en Dios pero no creo en la Iglesia". Y si uno pregunta "¿por qué no crees en la Iglesia?", enseguida salta la respuesta: "porque no creo en los curas". El que así habla es porque tal vez conoce algunos casos de sacerdotes poco ejemplares en su vida ministerial o poco implicados en los problemas sociales de la parroquia. Otros dicen no creer en la Iglesia, porque conocen bastantes casos de hombres y mujeres "muy de Iglesia" que en su vida familiar, vecinal o profesional dejan mucho que desear.
En efecto, hemos de reconocer que en la Iglesia que camina por este mundo hay pecados. La formamos hombres y mujeres der carne y hueso, con virtudes y defectos, que sentimos la tentación al mal y no siempre la superamos. Sin embargo, debemos afirmar que no seremos auténticos cristianos si nos alejamos de la Iglesia, si no la amamos y no le ayudamos desde dentro a superar esos fallos.
Una vez más hemos de confesar como verdades de fe: "Creo en la Iglesia, que es una, SANTA.."
Sí, pese a que en ella hay hombres y mujeres que pecan, la Iglesia es santa, porque Santo es Cristo, su Fundador, que vive en ella; porque santa es la doctrina que predica y porque en ella hay muchos hombres y mujeres que luchan día a día por vivir conforme al Evangelio. Y no olvidemos la cantidad enorme de obras sociales impulsadas por la Iglesia en los cinco continentes, sobre todo en las zonas más deprimidas y pobres. A través de esta ingente labor social está vivo en ella el mandato de Jesús: "Amad a Dios y amad al prójimo".

NUESTRA IGLESIA DIOCESANA
Centrándonos en nuestra Diócesis, cuyo pastor es monseñor Julián Barrio, diremos, una vez más, que es la mayor en extensión y población de las 5 diócesis de Galicia. La integran, en concreto, las tres ciudades de Santiago, Pontevedra y A Coruña, además de otros núcleos de población más pequeños y una extensa zona rural.
Como tal Diócesis, está dividida actualmente en tres Vicarías Territoriales, cuyas capitales son las tres ciudades citadas. Al frente de cada Vicaría hay, representando al Arzobispo, un sacerdote con amplios poderes y con el título de Vicario Episcopal Territorial. El número de parroquias, urbanas y rurales, que integran la Diócesis supera el millar.
Por otra parte, en el ámbito diocesano funcionan actualmente varias decenas de centros de enseñanza pertenecientes a la Iglesia y dirigidos, en su mayoría, por personal de institutos de vida religiosa. Y funciona también un número considerable de centros de acogida y atención para niños huérfanos, para personas pobres, enfermas o para ancianos sin familia.
Como punto final diremos que el número actual de sacerdotes diocesanos en activo se acerca a los quinientos; y que en el Seminario Mayor se preparan unos 30 jóvenes para ser pronto sacerdotes.