Hay otros mundiales del fútbol de los que nadie habla: los de "fútbol con una sola pierna", que se celebrarán en octubre de este año en Argentina.
Abraham Kagu, de 26 años, se prepara con ilusión para participar junto con sus quince compañeros del equipo One Goal, de Sierra Leona. Todos ellos tienen en común haber sufrido amputaciones, y no precisamente en un quirófano: "A finales de enero de 1999, los rebeldes del RUF (Frente Revolucionario Unido) lanzaron una ofensiva contra la capital, Freetown, recuerda Abraham, que tenía entonces quince años. "Varios de ellos entraron en nuestra ciudad y empezaron a violar a una de mis hermanas. Cuando traté de impedirlo, me tiraron al suelo y me cortaron la pierna con un machete", rememora horrorizado.
Miles de sierraleoneses, en su mayoría niños y jóvenes, tienen historias como éstas que contar y que reflejan el horror y la crueldad con que se emplearon los diversos grupos armados que se enfrentaron en la guerra que arrasó a este pequeño país de África Occidental de 1991 a 2002. Jabati Mambó perdió su brazo derecho el mismo día que Abraham.
CAPACIDAD DEL DEPORTE PARA FOMENTAR LA PAZ
Jabati es hoy portero de One Goal y demuestra una habilidad extraordinaria parando balones con una mano y un muñón. Abraham es delantero y, como el resto de sus compañeros, apoyándose en sus dos muletas corre como una gacela por el terreno de juego y dispara a puerta con una fuerza imparable. Porque jugar contra este equipo es peligroso, como pudieron comprobar varios periodistas españoles que disputaron un encuentro contra ellos el pasado 23 de mayo en la Casa de Campo de Madrid y perdieron 1-2. Al día siguiente, otro partido contra el equipo de fútbol de la Universidad Complutense terminó en empate. Estos y otros partidos se celebraron como parte de los actos del Día de África este Año en España.
Jóvenes mutilados en la guerra de Sierra Leona demuestran así la capacidad del deporte para fomentar la paz.
LEVANTAN LAS MULETAS Y CANTAN
Pero hay otro juego en el que estos futbolistas, tal vez sin ser conscientes de ello, también ganan: el de impedir que sus propios conciudadanos y el resto del mundo se olviden de los miles de víctimas que sufren en silencio el recuerdo de sus experiencias traumáticas. Así piensa el misionero javeriano Chema caballero, con largos años de excperiencia en Sierra Leona, que conoce muy bien a bastantes de estos futbolistas...
Y es que África es escenario de horrores sin fin, pero también es fuente de donde fluye reconciliación y alegría con un empuje que sorprende a todos. Tal vez este es le mensaje con el que los jugadores sierraleoneses de "fútbol a una pierna" llegan mas a los aficionados que presencian asombrados sus pases y jugadas.
Antes de empezar el encuentro, en el centro del campo, levantan todos a una sus muletas y el capitán entona un canto que todos repiten a coro a pleno pulmón. La melodía sube de volumen y el ritmo aumenta, mientras los jugadores saltan alegres y uno de ellos suelta sus muletas y comienzan un baile apoyado en una sola pierna mientras contornea el resto de su cuerpo. La música les sube la moral. Los jugadores del equipo ribal -que juegan con las manos a la espalda para igualar las oportunidades- miran asombrados sin perder detalle. Avanzo para mirar mas de cerca y descubro que me tiemblan las manos cuando intento tomar las últimas notas en mi cuadernillo.