"PADRE, QUE TODOS SEAN UNO" (Jn 17,21)

          Una celebración, ya tradicional en el mes de enero, es el octavario de Oración por la Unidad de los Cristianos. Una celebración que tiene lugar entre los días 18 y 24.

   Cuando recordamos la Última Cena que Jesús celebró con sus discípulos en Jerusalén, llama la atención la plegaria que él dirigió al Padre pensando en el futuro de la Iglesia:

              "Padre, que todos sean UNO, como Tú en mí y yo en Ti, para que el mundo crea que Tú me has enviado". La Iglesia, continuadora de la obra evangelizadora de Jesús a través de la historia, está llamada a ser UNA, no varias iglesias, con una unidad profunda semejante a la a la existente en la Santísima Trinidad. Una Iglesia de la que Jesús nombró cabeza visible, primer Papa, al apóstol Pedro

                             UNA MIRADA A LA HISTORIA

  Aunque brotes divisorios en la historia del cristianismo ha habido bastantes, como divisiones muy importantes hemos de señalar dos:
                                                       Una en el siglo XI, protagonizada por Miguel Cerulario, Patriarca de Constantinopla, que arrastró consigo un importante número de cristianos residentes en la zona oriental de Europa. Nacía así la llamada Iglesia Ortodoxa.
                                                      
                                                      La otra gran división tuvo lugar en el siglo XVI, impulsada por Martín Lutero y otros, dando origen a las llamadas Iglesias Protestantes.

   Las causas de tales divisiones son múltiples y complejas: ambiciones personales, intereses políticos
corrupción en los altos estamentos de la Iglesia romana etc.

  Es lamentable constatar que estas iglesias, llamadas cristianas, han vivido durante siglos, no sólo separadas sino, incluso enfrentadas y persiguiéndose, pese a conocer todas ellas que el mandamiento central del Evangelio es el amor a Dios y al prójimo.

                                   CAMINANDO HACIA LA UNIDAD

    Sin embargo, la situación actual es muy diferente. Los enfrentamientos y persecuciones han cedido paso a la amistad y a la oración en común, conscientes del mandamiento central del Evangelio: "Amarás a Dios sobre todas las cosas y amarás a tu prójimo". Y así todos los años, entre el 18 y el 24 de enero, católicos, ortodoxos y protestantes coincidimos en celebrar un octavario de oración por la unidad de los cristianos. Un dato también muy significativo es el hecho de que el Papa, en sus viajes apostólicos por todo el mundo, tiene siempre un encuentro con una importante representación de las otras iglesias cristianas. Sí, la situación ha mejorado mucho como fruto, sin duda, de esta importante oración en común por la unidad de todos los cristianos.

         Se han dado pasos muy importantes ciertamente. Pero, ¿ cuándo será esa integración definitiva de todos los que nos llamamos cristianos en la Única Iglesia de Cristo? ¿ Tardará mucho? Son cosas que no sabemos; pero lo importante es que sigamos orando juntos, con gran fe y esperanza, y ese momento llegará.