LA SEMILLA DE LA ESPERANZA

                 La parroquia de San Julián de Pontecesures se precia de tener entre sus hijos a un mártir que entregó su vida como consecuencia de su consagración al Dios de la paz y la misericordia que hace posible una nueva forma de entender la vida: el amor al prójimo.
  El beato Francisco Jesús Carlés González nació en San Julián de Requeixo (Pontecesures), orientando sus pasos desde la su adolescencia hacia la orden franciscana, y sirviendo durante varios años en la misión de Tierra Santa (Jerusalén, Belén, Ain Karem, y Siria).
    En estos destinos vivió su vocación religiosa como apertura a un mundo cultural y religiosamente diverso, aprendiendo el árabe como lengua materna de las comunidades cristianas locales, y practicando el sentido fraterno que san Francisco de Asís inculcó a sus hijos.
         Paradójicamente el beato alcanzó la palma del martirio en Chipiona (Cádiz) a su regreso de la labor misionera en la Tierra de Jesús, en una época convulsa de enfrentamientos fraticidas que ojalá nunca vuelva a reproducir sus horrores.               

                                                                     (OFM P. Paco Castro)