EL PROBLEMA DEL HAMBRE

                             El evangelio nos presenta con frecuencia a Jesús liberando a las personas de males físicos como la lepra, la ceguera y otros. Y también libera del hambre a multitudes que le siguen con entusiasmo.Y, por supuesto, libera del mal moral, que es el pecado.

                                     Liberar a los hombres del mal para que sean mas personas y vivan como pide su dignidad de hijos de Dios, es la misión que hoy quiere continuar en el mundo a través de su Iglesia. Y cuando hablamos de liberar o salvar al hombre, no pensamos sólo en salvar su alma; es el hombre entero, alma y cuerpo, el que necesita ser salvado.

                 JORNADA CONTRA EL HAMBRE


   El próximo día 12 de febrero la Iglesia realizará, como en años anteriores, una importante colecta contra el hambre en el mundo. Colecta en la que animamos a implicarse, generosamente a todos los fieles cristianos.
                 Fue en el año 1955 cuando las mujeres católicas
lanzaron este manifiesto mundial que dio origen a la  Campaña:
"Hay tres hambres -decían- que hoy azotan a la humanidad:
hambre de pan, hambre de cultura y hambre de Dios". Y añadieron: "Nosotras, mujeres católicas, no podemos aceptar por mas tiempo que el hambre trace fronteras de muerte en nuestro planeta". Y desde entonces, año tras año, se realiza esta colecta contra el hambre en el mundo.

               Es bochornoso y criminal que en estos tiempos miles y miles de seres humanos mueran cada año por no poder comer lo indispensable para vivir. Y más bochornoso y criminal que entre esas víctimas haya muchos niños.
                                                      En los años de vida que lleva esta campaña contra el hambre se han conseguido, sin duda, muchas cosas importantes: miles de hectáreas desérticas  se han convertido en campos fértiles; miles de pozos se han abierto para el regadío; industrias agrícolas, maquinaria especializada y otros medios de desarrollo se han puesto en manos de los nativos para que ellos mismos, sean protagonistas de su propio desarrollo.

              TRES CLASES DE HAMBRE

    Pero no es sólo el estómago lo que interesa llenar. Hay también una inteligencia y una libertad que interesa instruir y educar. La Campaña contra el Hambre, también busca paliar y erradicar la lacra del analfabetismo. "Dame un pez y comeré un día; enséñame a pescar y comeré todos los días", así reza un antiguo proverbio chino. Sí, la cultura pone en manos del hombre medios para ser él mismo artífice de su mismo desarrollo.
                                                                                                       Con frecuencia estos pueblos del Tercer Mundo son esclavos de la miseria, de la incultura y también del oscurantismo religioso. Necesitan conocer al Dios Padre que nos ha comunicado Jesucristo, y sentirse hijos suyos muy queridos. Necesitan conocer el Evangelio que lleve luz a sus vidas y las llene de esperanza. Necesitan tener conciencia de sus derechos como personas y saber que su dignidad se basa en que son imagen y semejanza de Dios, su Creador.
               En todo esto es muy importante la labor de los misioneros católicos, tan cercanos al Tercer Mundo. Ellos impulsan el desarrollo económico-cultural de sus gentes y, sobre todo, les llevan la alegría de la fe cristiana.

          En fin, que esta Campaña, además de resolver problemas de hambre y miseria en un mundo pobre y necesitado, nos ayude, a los que vivimos aquí, en el mundo del bienestar, a ser más austeros y a saber compartir lo que somos y tenemos.